Tras la derrota ante Colón en Santa Fe, el plantel profesional regresó ayer por la madrugada a la ciudad y tendrá la jornada libre hasta mañana. A partir de mañana, Domínguez empezará a trabajar en el partido ante San Lorenzo.
¿Cuánto dolerá el golpe? Hay cachetazo a tiempo y otros que te dejan en la lona. Hasta el próximo miércoles cuando Estudiantes reciba a San Lorenzo de Almagro en el estadio de UNO, no lo sabremos. Lo que sí es cierto es que la derrota 1-0 ante Colón de Santa Fe caló hondo en el plantel y en la ilusiones del equipo conducido por Eduardo Domínguez de poder pelearle el campeonato a River. El Pincha quedó a nueve puntos del Millonario, líder absoluto de esta Liga Profesional de Fútbol, y con el aliciente de que el elenco de Martín Demichelis aún debe completar el encuentro ante Defensa y Justicia en el Monumental que fue suspendido por la muerte de un hincha que cayó de la tribuna Sívori alta. Esto deja la chance de que el club de Núñez quede a 12 de los de La Plata, lo que dejaría a Estudiantes sin chances de competirle.
Además, se cortó una racha positiva de 16 partidos sin conocer la derrota entre torneo local y Copa Sudamericana, algo que lo puede afectar en su confianza. Pero tendrá revancha rápida nada más y nada menos que el miércoles próximo en Uno ante el Ciclón del “Gallego” Insúa. San Lorenzo que todavía mantiene una pequeña ilusión y que se encuentra tercero en el certamen doméstico.
Domínguez y el problema de “no ser efectivos”
“Nos genera bronca haber controlado el primer tiempo y terminar yéndonos al vestuario perdiendo. Entiendo el plan de juego de Colón, pero creo que teníamos el control del partido. Hay que levantarse y continuar. En la semana enfrentaremos a un rival que está por encima nuestro (San Lorenzo) y si queremos seguir subiendo en la tabla nos tendremos que hacer fuertes de local”, dijo el entrenador en la conferencia pospartido del martes por la noche en Santa Fe.
Luego, explicó: “Uno tiene que ser autocrítico y saber por qué perdió. No se puede entrar en detalles facilistas. Cuando ganábamos tuvimos errores, y ahora que perdimos tuvimos virtudes. No fuimos efectivos en el área, generamos ocasiones ante el arquero y no resolvimos de la mejor manera”.
“Estamos constantemente en comunicación con los chicos adentro de la cancha. A lo último, me dio la sensación que a algunos jugadores en un encuentro partido y donde no había mediocampo, les iba a costaba entrar en ritmo, por eso decidí dejar a los que estaban y confié en ellos. No pudimos darle mayor importancia a Guido (Carrillo) y Mauro (Boselli) contra la defensa central, esto nos deja una lección para la próxima vez”, cerró el técnico.