Los fanáticos asistieron al estadio sin tapabocas y tampoco se sugirió el distanciamiento social luego de la decisión del gobierno neozelandés de levantar todas las restricciones.
El rugby de élite celebró su regreso en Nueva Zelanda. Allí arrancó este fin de semana en Aotearoa, se trata de la versión neozelandesa del Súper Rugby que organiza la Sanzaar, y en el cual participan los Jaguares.
Esta vuelta significó la primera gran competición profesional de cualquier deporte con público en los estadios. Los datos epidémicos del archipiélago, en nivel 1 de alerta sanitaria (el más bajo) tras más de dos semanas sin casos nuevos de coronavirus, lo permiten.
Nueva Zelanda registró 22 muertes sobre 1.500 contagios de coronavirus y hace tres semanas no tiene ningún caso positivo.
43.000 personas se acercaron al Forsyth Barr Stadium de Dunedin este sábado en el partido inaugural después del parate sufrido a raíz de la pandemia de Cornavirus.
En dicho encuentro y bajo la atenta mirada de todo el mundo del deporte, Highlanders derrotó 28-27 a Chiefs con un drop convertido por Bryn Gatland en el minuto final de juego.
La actividad en el rugby seguirá hoy cuando se enfrenten 12:30hs los Hurricanes y los Blues, convertidos en el gran reclamo tras repatriar desde Japón al legendario apertura, máximo anotador histórico de los All Blacks y campeón de los mundiales de 2011 y 2015, Dan Carter, libre de su compromiso con los Kobelco Steelers una vez la pandemia obligó a cancelar la Top League.