El dueño de la confitería Pelusso, el exdirector de tránsito y el coordinador de la oficina de empleos de Berisso siguieron el partido en el palco corporativo de la Red 92 y diario Hoy.
30/04/2022 - 00:00hs
Una vez más, integrantes del ambiente empresarial platense, exfuncionarios y reconocidas personas del ambiente deportivo y del pasado del Pincha y el deporte siguieron el partido de anoche entre Estudiantes y Aldosivi en el selecto palco que Red 92 y diario Hoy tienen en el cuarto piso del edificio de Uno en el renovado estadio del Pincha.
El lugar contempla 24 butacas, está pegado al palco oficial del club Estudiantes, y de allí la permanente visita de muchos integrantes de la Comisión Directiva, allegados a la dirigencia y familiares directos del vicepresidente Sebastián Verón. Para el caso, tanto Juan Ramón Verón como en su momento el hermano de la Brujita, Iani Verón, siguieron algunos de los partidos del equipo en el presente semestre en la misma posición de la cancha.
Ayer, en efecto, fue el turno de algunos integrantes del ambiente empresarial platense como Nazareno Pelusso, dueño de la confitería que ya es una marca registrada en toda la región por las exquisiteces y la variedad gastronómica que suele ofrecer a sus clientes.
Asimismo, también estuvo presente el exdirector de Control Urbano de La Plata, Roberto Di Grazia, quien concurrió a ver el partido luego de haberse desvinculado de la gestión de Julio Garro con un balance positivo en el área.
También hubo presencia de funcionarios de la ciudad de Berisso como el coordinador de la oficina de empleos del gobierno de Fabián Cagliardi. Se trata de Javier Ibarra, quien también siguió el partido del Pincha junto a otras personas que concurrieron a la cancha y accedieron al cuarto piso de palcos.
En el mismo edificio de la cancha se pudo observar la presencia de exjugadores y dirigentes.
Todos coincidieron en el buen presente del equipo en el campeonato y dejaron en evidencia el entusiasmo que ha despertado la campaña que se definirá el 22 de mayo con la posibilidad latente de una nueva definición tras más de once años sin títulos.