El mediocampista del Atlético Madrid volvió a ser la figura con un gran despliegue. Por el lado de Brasil, Vinícius Júnior fue
de lo más peligroso.
En la jerga futbolera dicen que los clásicos se ganan y también que son partidos aparte. En esta ocasión, y luego de que Argentina se consagrara campeón de América en el Maracaná, el conjunto de Lionel Scaloni recibía a Brasil en San Juan y este encuentro también se daba después del bochorno en tierras cariocas en el que el duelo quedó suspendido. Como se esperaba en la previa, el cruce entre argentinos y brasileños fue más trabado y peleado que jugado, pero el carácter no faltó en la Albiceleste que se quedó con un empate.
En el espectáculo que tuvo lugar en el Estadio del Bicentenario, Rodrigo De Paul fue el argentino más destacado de los 11 que paró Scaloni. En casi todo el primer tiempo, el actual jugador del Atlético Madrid se mostró dispuesto a recibir el balón para conectar con los atacantes y fue siempre un auxilio en defensa. Con rebeldía, coraje, fútbol y picardía, el ex-Valencia demostró una vez más estar a la altura de estos partidos.
Según las estadísticas, el oriundo de Sarandí fue el argentino que tuvo mayor cantidad de recuperaciones (14), pases (66), duelos ganados (11), infracciones recibidas (5) y chances creadas (3). Un motor en la mitad de cancha que cada vez parece afianzarse más dentro del 11 inicial.
Mientras tanto, y en lo que respecta al combinado brasileño, hubo varios puntos altos como en el caso de Fred y Raphinha en la mitad de cancha. Asimismo, el más descollante para los de Tite fue Vinícius Júnior, que con tan solo 21 años se mostró suelto tirando lujos e intentando desequilibrar. Imparable en velocidad, el del Real Madrid suplantó a Neymar de muy buena manera y algunos defensores lo sufrieron. Uno de los que lo padeció fue Nahuel Molina, que lo acorraló contra el córner pero salió ileso tirando una fantasía propia de un crack.