El duelo debió ser suspendido luego de que Joan Jordán, jugador del equipo visitante, fuera alcanzado por una barra que fue arrojada desde las gradas hacia el campo de juego.
La gran mancha de la jornada del fútbol español en la Copa del Rey ocurrió en el clásico andaluz que disputaron Betis y Sevilla, en el estadio Benito Villamarín, en busca del pasaje a los cuartos de final de dicho certamen.
El duelo debió ser suspendido luego de que Joan Jordán, jugador del equipo visitante, fuera alcanzado por una barra que fue arrojada desde las gradas hacia el campo de juego.
Transcurrían 41 minutos del primer tiempo cuando ocurrió el incidente que posteriormente llevaría a las autoridades a decidir la suspensión del encuentro. El Sevilla se había puesto en ventaja a los 35 minutos con un gol estupendo del argentino Alejandro “Papu” Gómez y el local había conseguido el empate gracias a un gol olímpico del francés Nabil Fekir. Cuando el elenco visitante se disponía a retomar sus posiciones de cara a la continuidad del juego, una barra presuntamente de plástico voló desde las gradas e impactó de lleno en la cabeza del número 8 sevillano.
Inmediatamente, el árbitro Ricardo de Burgos detuvo las acciones y ordenó el ingreso de los médicos para que Jordán fuera atendido. Tras esto, los equipos se retiraron a los vestuarios por orden arbitral y el cotejo fue suspendido.