De a poco, Estudiantes empieza a recuperar actividad en la sede del club. El Bufet de los Maestros se encuentra atendiendo al público sobre la calle 53 con horario de 10 a 13, el mismo funciona solo con pedidos. “Tony” Llanos, histórico bufetero, dialogó con Diario Hoy, contando cómo se vive este duro momento en la sede del club ubicada en la avenida 53 entre 7 y 8.
En diálogo con este medio, Llanos reconoció: “Sabemos que el fútbol va a ser de las últimas cosas que se abran por el tema de la concentración de gente. Pero bueno, estamos acatando todo lo que hay que hacer. La relación que tenemos con el club es buena, ellos dicen qué podemos hacer teniendo en cuenta todas las medidas necesarias y, por ejemplo, cada vianda se desinfecta con alcohol. Está todo cuidado para que podamos mantenerlo”.
En cuanto a su relación con los empleados, comentó: “Yo hablo con ellos, gente de administración, de finanzas, socios y todos estamos con una expectativa de cuándo vamos a volver”. Respecto a cómo lo vive personalmente, confesó: “Podés estar sin ir a trabajar un día, dos días, un mes, dos meses, pero llega un momento que ya te agarra un ataque de encierro. No sabés que hacer y todos quieren venir a trabajar, a cumplir con su labor. Hay que cuidarse, porque si uno no se cuida, no cuida al otro, es lo que nos toca vivir”.
Pasando por lo gastronómico, y ante la consulta de que menúes se pueden adquirir en la sede social, explicó: “Hay bastantes menúes, sobre todo a la olla. Como es el caso del guiso de mondongo, de lentejas, pastel de papa”, y agregó: “Después tenemos comidas más livianas como las calabazas rellenas con verduras y también comida vegana. Nos llaman un día antes y nosotros se lo preparamos”.
Ante la situación de la pandemia, es difícil poder llegar hasta el centro de la ciudad para conseguir las viandas y es por esto que hace unos días, el bar reabrió sus puertas para hacer delivery. Con el objetivo de no dejar a nadie sin su menú, afirmó: “En eso no hay ninguna limitación, no tenemos problema. Con una parrilla amiga, por ejemplo, intercambiamos guiso de mondongo por un asado. Hay que rebuscársela de alguna manera en este difícil momento”.
Con tantos años a cargo del bufet, la relación de “Tony” con sus pares es casi de igual a igual, y orgulloso de esto destacó: “Somos una familia, los cocineros que se turnan, los mozos y las mozas saben que si se cobra poco igual se divide entre todos y lo repartimos”.
Haciendo alusión a su equipo de trabajo, en agradecimiento dijo: “Es sacarse el sombrero con todos ellos porque le ponen garra y corazón, sabiendo que lo único que tenemos, al menos por ahora, es esto”.