Russo debutó como futbolista profesional en 1975 y desarrolló toda su carrera en Estudiantes de La Plata, donde jugó hasta 1989.
El fútbol argentino está de luto. A los 69 años falleció Miguel Ángel Russo, exjugador y entrenador de larga trayectoria, muy querido en Estudiantes de La Plata, Boca Juniors, Rosario Central y San Lorenzo.
Su muerte se produjo luego de una extensa lucha contra un cáncer que comenzó en la vejiga y que, con el tiempo, se extendió a la próstata. Había sido diagnosticado en 2017 y desde entonces transitó una dura batalla contra la enfermedad.
Nacido en Lanús en 1956, Russo debutó como futbolista profesional en 1975 y desarrolló toda su carrera en Estudiantes de La Plata, donde jugó hasta 1989. Fue un símbolo del club platense, no solo como jugador, sino también como entrenador: junto a Eduardo Luján Manera y el preparador físico "el profe C", logró el ascenso del equipo a Primera División el 12 de mayo de 1995, tras una campaña casi perfecta en la B Nacional.
También tuvo otro paso por Estudiantes en 2011, aunque con menor éxito. Sin embargo, su legado en el club permanece intacto. Desde la institución ya se multiplican las muestras de afecto y solidaridad hacia su familia y seres queridos.
Como entrenador, Russo dejó huella en varios clubes del fútbol argentino. Es especialmente recordado por haber conquistado la Copa Libertadores 2007 con Boca Juniors, uno de los títulos más importantes de su carrera. Además, mantuvo un fuerte vínculo con Rosario Central, ciudad en la que vivió muchos años, y donde también es muy valorado por hinchas y colegas.
En sus últimos años, estuvo vinculado a Boca y San Lorenzo, aunque su salud le impidió continuar al frente de proyectos deportivos con continuidad.
Miguel Ángel Russo deja un legado profundo en el fútbol argentino: el de un profesional respetado, un luchador dentro y fuera de la cancha, y una figura que será recordada por generaciones.