Gimnasia empezó “copado” el verano

En el debut de Sava como técnico, el Lobo mostró regularidad en el juego. Igualó 0 a 0 con Independiente en Mar del Plata, pero se llevó el trofeo al vencer por 5 a 3 en los penales

PRIMER TIEMPO

Después de un comienzo de año muy movido, tras la renuncia de Mariano Soso y la llegada de Facundo Sava, Gimnasia hizo su presentación ante Independiente bajo el mando del Colorado, que tantas expectativas generó en los hinchas.

El Lobo tuvo su debut en la Copa de verano, anoche en Mar del Plata, donde mostró ciertos aspectos característicos de los equipos del Colo: presión alta, gran intensidad y salida desde el fondo con criterio. Sin embargo, más allá de algunas buenas apariciones de Brahian Alemán, le costó la generación en la parte ofensiva.

En los primeros minutos, los equipos se estudiaron; el Rojo tuvo equilibrio con Nicolás Domingo, pero no encontró asociaciones con Juan Manuel Martínez, Lucas Albertengo ni Braian Romero.

Hubo pocas situaciones claras de gol. Incluso, Alexis 

Martín Arias fue un espectador de lujo en esa primera etapa, cuyo dato saliente lo dejó Lucas Licht al abandonar el campo de juego por una lesión en la rodilla.

Eso provocó el ingreso de Ezequiel Bonifacio, quien actuó como lateral derecho, mientras que Facundo Oreja pasó a la banda izquierda.

Recién pasados los diez minutos se dio la primera aproximación, cuando Alemán sacó un zurdazo que se fue por encima del travesaño. Esa misma vía fue la que utilizó Nicolás Dibble, cerca de los 15 iniciales, aunque con un remate débil que contuvo el arquero Martín Campaña.

Más allá de la entrega constante de Fabián Rinaudo, la presión alta de Franco Niell y los intentos por las bandas de Matías Noble y 

Nicolás Dibble, quienes no resolvieron bien las jugadas, al Lobo le faltó la creatividad como para intentar desnivelar.

En consecuencia, los primeros 45 minutos dejaron poco para el análisis y se fueron sin emociones al descanso.

SEGUNDO TIEMPO

En el complemento, el trámite no varió mucho en relación a la primera parte. Incluso, una de las llegadas más peligrosas se dio al inicio, cuando Dibble desbordó por derecha y tiró un centro venenoso en el que Niell no alcanzó a empujarla y casi termina siendo autogol.

Luego, con un Juan Sánchez Miño criterioso, pero con poco aporte de los futbolistas de ataque, 

Independiente fue quien quiso tomar protagonismo a partir de la tenencia de la pelota, pero no pudo quebrar la línea defensiva albiazul, que en la primera etapa había mostrado ciertas dudas.

Los cambios tampoco fueron solución y, más allá de algún remate aislado de Romero, que contuvo Martín Arias, el juego no contó con oportunidades claras.

Pasado los 30 minutos, llegaron los últimos cambios, en donde Erik Ramírez buscó darle otro aire y cambio de ritmo, pero los pases no estuvieron finos, y tanto Niell como Alemán tardaron en resolver.

En contrapartida, Independiente tuvo la chance de poder quebrar la chapa con algunos contragolpes a espaldas de Guanini, pero que no lograron el resultado esperado para los de Avellaneda. Asimismo, Facundo Oreja se fue erigiendo como figura con quites y anticipos, y llevando el equipo hacia delante, aunque con falta de generación.

El tiempo dijo basta y tuvieron que definir el trofeo desde el punto de penal.

Se llevó el trofeo

En los penales, el Lobo se terminó imponiendo por 5 a 3 luego de que los cinco ejecutantes convirtieran: Alemán, Niell, Faravelli, Bonifacio y Alderete, quien sentenció la historia al fusilar al arquero Campaña. El único futbolista que falló fue Cristian Ortiz, que mandó la pelota por encima del travesaño.

Así, Gimnasia ganó, Rinaudo levantó la Copa y festejó ante su gente.

 

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