Los Díaz más felices… ¡siempre fueron bilardistas!

Con muy poco, Estudiantes recuperó tanto… Tantos meses perdidos, tanto tiempo despilfarrado, tantos discursos agotados y tanta insistencia por un modelo cuyo único antecedente exitoso fue el Barcelona de Pep Guardiola.

El Estudiantes de Zielinski recuperó la confianza ganadora. Ayer no brilló, no necesitó hacer pases cortos, presionar alto o salir jugando.

Solamente se encargó de mantener ordenadas las líneas, hacerse sólido en defensa y definir con contundencia cuando la situación lo ameritaba. Solo eso. Una receta tan vieja como el fútbol, y tan resultadista como la descripción del estilo que metió a Bilardo en la discusión sobre el mejor técnico argentino de la historia.

Zielinski todavía no ganó nada al lado del Narigón, pero por lo menos en un mes le dio la confianza y credibilidad que Estudiantes había perdido con otros…

El Pincha sufrió a Bernardi, padeció a Milito y no entendió a Desábato. Hace una semana había recuperado la felicidad con un gol de Mauro Díaz. Y ayer la ratificó con otro tanto, pero de Leandro Díaz.

Al fin de cuentas, como la letra de la canción, para los hinchas que ayer celebraron la distancia, los “Díaz” más felices siempre fueron bilardistas…

El equipo mejoró en comparación al partido contra River, en el cual además de medirse con un gran rival, sufrió la infantil expulsión de Tobio en el primer tiempo.

Salió ordenado a estudiar el partido. Jugó de igual a igual en los primeros minutos, ante un rival que tenía la obligación de ganar por su condición de local.

Finalmente, esperó el momento justo y empujó con las subidas de Godoy y los desbordes de Lucas Rodríguez.

Federico González confirmó el protagonismo del equipo de Zielinski con un remate que pegó en el palo. En el segundo tiempo, Leandro Díaz le imprimió al equipo la actitud que no había mostrado durante casi un año y medio.

Así fue como en los primeros minutos guapeó dentro del área, le robó la pelota a un defensor del equipo local y definió sin piedad.
Con el resultado a favor, el Pincha mostró lo mejor de la tarde: el orden que nunca se perdió y que resalta la mano del entrenador.

Sobre el final tuvo una yapa y fue entonces cuando Pablo Sabbag sacó credenciales de potente delantero. Con apenas un puñado de minutos en cancha definió con contundencia con un remata desde afuera del área y de forma implícita ya pide titularidad para el partido que viene.

Ya no hay dudas: para Estudiantes, los días más felices, siempre fueron bilardistas, como Zielinski.