“Si hubiera estado el VAR no le cobraban ese penal”

Hace menos de siete días, en la cancha de Boca, el Chelo Weigandt apareció en la misma jugada para intentar definir y terminó concretando Guiffrey. Hace siete días fue en la cancha de Boca, y ahora se repitió la misma jugada preparada a los cinco minutos.
De ahí en adelante, Gimnasia con su 4-4-2 esperó de la mitad de la cancha hacia atrás para salir de contra y aprovechar la pelota parada que casi le volvió a dar rédito en otro córner en el que Coronel ganó de arriba y Eric Ramírez estuvo cerca de definir.

En la parte final, más allá de un error de Carbonero que terminó en un mano a mano de Auzqui, Gimnasia se acomodó con Ramírez detrás de Contín y Alemán cambiando y alternando con Carbonero.
Gimnasia no se mostró tan seguro en el arranque del complemento, como sí había ocurrido en la primera mitad.

Con el correr de los minutos, Talleres generó tres situaciones de gol y Gimnasia liquidó el pleito con una contra de Weigandt que el árbitro terminó viendo penal, cuando la falta fue afuera. De repente y sin esperarlo, Gimnasia se encontró ganando 2 a 0. Con el VAR era tiro libre y no penal.

No se deben hacer lujos como lo que hace Alemán yendo 3 a 0 arriba. Y se fue el partido. Talleres fue mucho más rival que Boca y Gimnasia no pudo jugar tan bien como lo había hecho ante el Xeneize. Sólo fue muy efectivo y tuvo su segundo gol por un penal inexistente. Gimnasia debe aprovechar la buena estrella que lo “alumbra”. Con un árbitro de pésimo arbitraje como Delfino (decisivo a favor del Lobo) y un Talleres que tuvo 6 situaciones claras (3 con Auzqui) y erró todas, solamente así puede entenderse este 3 a 0.