Las hijas de Adam Sandler dan sus primeros pasos en la actuación
El protagonista de Una esposa de mentira presentó su nuevo proyecto que se podrá ver a través de una de las plataformas más conocidas de films.
En uno de sus mejores roles, el recordado actor de La noche de 12 años, Las Olas y la reciente Legítima Defensa vuelve al cine argentino.
23/11/2023 - 00:00hs
Un pájaro azul, de Ariel Rotter, protagonizada por Julieta Zylberberg y Alfonso Tort, narra el vaivén de una pareja que intenta tener hijos y descubre una noticia que los afectará para siempre. En el 38 Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, hablamos con Alfonso Tort en exclusiva.
“Un pájaro azul es un relato sobre un proceso interno de una persona. El comienzo de su madurez, dejando atrás el lugar de hijo para empezar a encontrar su lugar de padre. Hay dos núcleos motivacionales centrales sobre los que se construye este relato. El primero gira en torno a la búsqueda que, durante ocho años, atravesamos con mi pareja hasta poder convertirnos en padres. El segundo, vinculado a la muerte de mi padre y, específicamente, a la imposibilidad de procesar ese dolor y cómo, a pesar del tiempo, este puja por emerger del pasado”, decía Rotter sobre el origen de la propuesta.
—¿Cómo fue crear este personaje que en un punto lo amamos, en otros lo queremos matar?
—Estaba en el material de Ariel, o sea la realidad, en el sentido que me gustaba que tienen una experiencia, y habla de su propio adulterio, de los 40, de los 50, la búsqueda del hijo. Me parecía que era como que me atravesaba todo eso, entonces no sé si hay una construcción de personajes, es como también brindarte desde muchos lugares, de hacer películas. Porque, evidentemente, estás atravesado por ello, y cuando estás atravesado te dan muchos deseos de hacerlo. Por eso quiero mucho al personaje, porque hablo desde la propia obra, hago hablar al personaje y es que yo estoy porque me atrapa el proyecto y no es que hay tanta preparación mental antes. Hay una diferenciación con el nombre, con cosas que se van pidiendo, armando y repitiendo y que en el vivo hace que por ahí se vaya corriendo una búsqueda anterior también. Después, este ser es un desastre, y está la estructura, la búsqueda, el vestuario, y se va pensando, bueno, en este caso, en esta película y probamos cosas. Le cortamos la barba, y hasta que llegó a eso, la construcción del personaje también se va haciendo en el momento, como la vida misma, con los compañeros. En este caso precisamos de mucha empatía, también, para toda una verdad, y en esas escenas con Valeria (Zylberberg) suelen ser de mucha verdad, mucha verdad actoral y mucha verdad de la vida. Son esos momentos de la vida y que pasan jodidos. Son esos conflictos de pareja que, claro, todos estamos atravesados, por eso tenemos pareja y nos lleva a replantearnos cosas.
—Hay algo del personaje que también tiene que ver con una escena que me parece brillante. Hay algo del personaje como que vomita las cosas, dice lo primero que le pasa por la cabeza…
—Volver a uno es difícil y en el vínculo con el otro, en el vínculo de pareja, un montón también. Entonces este tipo, o sea, evidentemente Javier llegó a este límite y no pensó. O sea, hizo puro acto, y cuando ya está en el borde de eso tiene que hablar, y después, como decís, escupe todo. Este prototipo de hombre no fuerte, ¿no?, que no puede entrar, que no sabe llorar, que no puede llorar, se puede mandar cagadas, se las manda, las tapa, las oculta, esa honestidad es muy difícil. Es un trabajo de papeles.
—Hace poco te vimos en No me rompan, y ahora te toca este rol. ¿Estás contento con todo lo que está pasando y todo el trabajo que estás teniendo en los dos lados?
—Muchas películas muy queridas ahora están dando su fruto y cosecho reconocimientos. Como el premio por esta película en Biarritz, este año y también el año pasado fueron un buen momento. Estoy consciente de eso y del momento artístico.
—¿Cómo sigue el año de trabajo?
—Ahora, presentar la película. Hay cosas por verse todavía. Siguen series, la película que hice con Celina Murga, que también es una película que va a hablar sobre problemas. Bueno, muchas cosas.
—¿Y alguna vez dirigir vos?
—No, yo creo que soy muy buen acompañante de rodajes, estoy muy atento a los grupos humanos, como que tiene eso lindo, de un grupo humano haciendo una creación, una obra y cuanto mejor se la pasa se ve en la pantalla.