El FAB pone primera para el arranque de su nueva edición
Argentina, 1985 será parte del festival.
La multifacética artista toma las riendas de la comedia que tiene a Carla Peterson y Julieta Díaz como protagonistas.
21/09/2023 - 00:00hs
Dueña de una carrera soñada, en donde el teatro, la televisión, el podcast y el cine la han convocado, ahora Azul Lombardía se pone al frente de No me rompan, la comedia que tiene a Julieta Díaz y Carla Peterson como protagonistas. Hablamos con Lombardía para conocer más detalles de cómo fue sumarse a la propuesta.
—¿Cómo fue sumarse al proyecto, que venía desde hace rato, y aportar ideas?
—Sumarse fue muy fácil, imaginate que vinieron con la propuesta de hacer una comedia con Carla Peterson y Julieta Díaz, así que más que una invitación, fue un lujo y sí hubo un trabajo arduo, eso es cierto porque el humor y sobre todo el disparate hay que tratarlo con mucha seriedad y con mucha dedicación y con mucha verdad y con mucha lucidez, entonces venía todo eso desde Jazmín en la idea y en el texto, pero había que también como que trabajarlo, darle vida, tomar muchas decisiones, y eso estuvo buenísimo.
Lo trabajamos mucho, lo trabajamos mucho en el guion con Carla y Julieta un montón, como para estar como bien acordes y construir bien estos personajes que son como el eje de la historia y después haber puesto sólido esos personajes y lo que le pasa a la historia le dio mucha solidez al resto.
—Hay un universo que nosotros vemos y lo reconocemos que eso es importante porque hay veces que se ponen dos personajes femeninos y transitan, pero acá hay un universo total, que abraza a Vera y Ángela, pero que están todo el tiempo dialogando con ellas, y eso me parece también muy interesante...
—Sí, yo creo que sí, que hay un universo en el que se mueven, que también creo que eso tiene que ver con haber elegido iluminar qué partes de la vida de todas. En esta parte de Ángela (Carla Peterson) iluminamos la parte esta como de la edad, del tiempo, qué pasa con el trabajo, con de ir sosteniendo un trabajo, o una cara, o una edad, o un cuerpo, un talle, acá, el tiempo, pero por ahí en el otro sentido, cuando no te da el tiempo, cuando no tenés el tiempo doméstico, porque las tareas de cuidado te sacan el tiempo. Entonces ahí hablo como con la presión que viene de un lado, del otro, el trabajo, y ahí sí, esta cosa de sororidad, pero que no por palabra feminista, sino la situación de decir, bueno, se eligió contar que este problema se resuelve entre mujeres y entre ellas, y entre un grupo que se junta a hablar de las cosas que le pasan y con contradicciones, y con lugares no tan fáciles, ni tan amables, y lo resuelvo re bien, no o esto no es divertido. Tampoco en mi es la verdad, todos lo resolvemos más o menos, y en este más o menos está el juego.
La televisión había cambiado un poco, y también esto lo tomamos como a favor y también poner este personaje de Ángel Trigal como llevarla más a ese abismo y a esa bisagra de su carrera en donde de repente había series, canales de aire, etcétera, y terminaste no sé cuántas temporadas y quedaste a la merced de plataformas, como otro tipo de formato, también de carrera, si se quiere, o lo que puede, que también es muy vertiginoso, es cruel, y también es cierto esto de ocuparte un poco de eso, pero a la vez, después, dejar un poco al juego, que después termina no importando tanto, porque bueno, vos la viste y creo que hay un verosímil que se construye con algunos elementos, y después lo otro se deja, como que la peli en un momento ya hay un juego en donde tampoco importa tanto cierto rigor narrativo como de cosas de esto que pase.
—Vos sos ecléctica, multifacética, estás por todos lados: podcast, teatro, televisión y ahora cine...
—Ahora estoy muy metida en esta situación. Recién salí y que la peli tuvo un proceso, como contaba Carla, un proceso medio largo para atrás, o sea desde que estoy, y después, desde que finalmente hubo el lugar. No era que me sumé, porque yo me sumé bastante antes, pero después del proceso de producción, de la luz verde hasta la preproducción, el rodaje, el montaje, fue muy vertiginoso y entonces fue muy fugaz. La terminamos hace 15 minutos y la viste el otro día. Entonces todavía estamos muy metidos en esto.
Y estoy así como vos me decís, me convocan cosas distintas en distintos momentos, porque creo que hay algo de eso que no tiene que ver, no pienso, no se me da como el modo por ahí a modo de carrera de lo que fuera, sino distintos proyectos. Entonces probablemente pueda venir, no sé, lo que pueda venir o las cosas que estoy dando vueltas tienen distintos formatos, porque me divierte crear y porque me divierte indagar en lenguajes narrativos y de repente puedo escribir o puedo dirigir o puedo ser, puede ser cine, puede ser podcast, puede ser serie, puede ser algo nuevo que todavía no existe. Puede ser algo nuevo, de repente ahora con la realidad virtual y el que se yo. La próxima por ahí te mando una gacetilla de un proyecto de realidad virtual.
—¿A qué o a quién le decís No me rompan hoy?
—Yo claramente a mi pareja, mi marido de 20 años.
—Un beso, ¿cómo se llama?
—Poly.
—Le mandamos un saludo.