En este documental, Willy Lemos interpreta al personaje de García Lorca, Bernarda Alba. En diálogo con diario Hoy el artista habló sobre el proyecto y la representación del colectivo LGBTIQ en el cine
Bajo la magia interpretativa de Willy Lemos, el documental Bernarda es la patria de Diego Schipani, al que podrá accederse de forma gratuita en la plataforma digital Cinear, homenajea al under de los años 80 e inserta un recorrido por el transformismo. En una entrevista exclusiva con este medio, el protagonista habló sobre el mentado proyecto audiovisual
—¿Cómo fue reencontrarse con amigos en cámara?
—Maravilloso, porque cuando vos vas con la verdad, la cámara, el equipo, el resultado, el que mira la película, la ve, la siente, se instala, te sana, como el amor. No recuerdo qué quedó en la película, porque fue larguísimo el encuentro, y fue lo primero que se filmó del documental. Rodábamos y parábamos. Llevó mucho tiempo hacerlo, y por eso me saco el sombrero por Diego, que supo cómo llevarme y sacar las emociones que necesitaba.
—Representaste al primer travesti en el cine argentino en Tacos altos. Hace poco se estrenó una de las pocas películas protagonizadas por mujeres trans, ¿cómo ves la evolución de la representación LGBTIQ en el cine?
—Hay una movida impresionante y un cambio. Muchos fuimos punteros en muchas áreas y en el cine, y fue muy difícil. Aún hoy, en todas las áreas, hay menos mujeres directoras, cobran menos, no hay chicas trans, sí por ejemplo en un noticiero, pero eso no tiene que llamar la atención. Se logró mucho, pero todavía falta. Hace nada, a dos chicas por besarse en un bar las golpearon, o dos chicos, lo mismo. Vos podés ver a niños jugando en una plaza, que son lo más puro, por eso no hay que dañarlos nunca, el niño confía en el adulto y no podés romper esa confianza. Si sigue en peleas el “salí, maricón”, es porque se instaló una imagen y una idea de eso, y yo lo sigo viendo, así que falta bastante.
—¿Cómo te sentís con el estreno en televisión y en Cinear Play?
—Cinear nos está dando la posibilidad de
vernos mucho más. Tacos altos se estrenó en el Ambassador, por la puerta grande, con Sergio Renán, Susú Pecoraro, que venía de hacer Camila, con un personaje que iba a hacer Ricardo Darín y no lo hizo, y por eso le voy a estar agradecido toda la vida, me adora y lo adoro. Vi las fotos de él transformado y era igual a Alejandra, bellísimo, y Renán se impuso para que lo hiciera yo. Antes de morir hablé con él, y él me agradeció porque el personaje crece en el tiempo, eso es lo importante. Cuando algo sirvió para modificar, eso también nos enseña esto, a ser solidarios, a dejar de correr, a parar, a mirar a dónde vamos, a dónde estamos yendo. Todo eso me remueve y me pasa con el estreno en televisión.