El asesinato de Middle Beach
Un joven puso manos a la obra para descubrir cómo fueron las últimas horas de su madre y se encontró con un caso policial que no quedó resuelto.
Las actrices se lucen en una comedia que dialoga con el actual paradigma de época en donde las diferencias entre hombres y mujeres ya ni siquiera deberían enumerarse.
19/09/2023 - 00:00hs
No me rompan, de Azul Lombardía, bajo idea original de Jazmín Rodríguez Duca, tiene a Carla Peterson y Julieta Díaz como Ángela y Vera, respectivamente, dos mujeres que deben controlar su ira y se conocerán en una terapia de grupo. Pero esto es solo el comienzo de una entretenida propuesta de la que hablamos con la dupla para saber más detalles.
—Cuenten un poco el origen del proyecto...
—Carla Peterson: Yo conocía a Jazmín Rodríguez, que es quien tuvo la idea y escribió la película, en mis clases de teatro, cuando empecé a estudiar teatro desde que éramos muy chicas. Y siempre entre nosotras nos repartíamos tareas que hacíamos cosas para poder actuar antes, cuando empezábamos a actuar. Entonces ella escribió el primer guion hace mucho tiempo y me pareció muy divertido, le dije: “Me encanta, yo quiero hacerla”, y nunca imaginamos que íbamos a filmar la película, y bueno, ahí empezó todo.
Después fue creciendo porque un productor nos dijo que le interesaba nuestra idea de trabajar con una directora mujer. Julieta fue fundamental para que los productores de este proyecto, de dos protagonistas mujeres, sin que sea una comedia romántica de esas cosas, y luego llegó Azul Lombardía, con todo su mundo y su mirada para poder poner en pie y filmar la película. Así empezó, como un ejercicio de confianza también nuestra y de mucha fuerza de seguir empujando ahí.
—¿Cómo fue imaginar el personaje, cómo fue crearlo?
—Julieta Díaz: Fue un trabajo muy colectivo en ese sentido Vera. Porque, bueno, cuando vino la propuesta, yo entré en la génesis del proyecto, era un proyecto de Carla con Jazmín Rodríguez Duca, que es la cabeza de guion, y ellas me convocaron para sumarme como Vera, la otra protagonista. Ahí empezamos a charlar mucho entre las tres, sobre todo Jazmín, y después se sumó a Azul como directora, y bueno, de ahí empezamos a trabajar también las lecturas y los guiones, los guiones fueron también modificándose. Cuando entró Azul también hizo sus aportes, Carla y yo llevamos nuestros aportes, todos los demás guionistas, y eso se fue armando y los ensayos y también fui descubriendo un poco, a ver a la mirada de los otros y las otras compañeros y compañeras.
Y después me sentí muy cercana a Vera, muy rápidamente, Ángela también hay un punto porque como es actriz, hay algo ahí también, por supuesto, que se me mueve, pero a Vera enseguida la pude entender. Y un poco también este tema de sus enojos y algo de eso ahí que a veces a mí me pasa. Y que sentí que además era muy del universo femenino de hoy.
Creo que la película además es una película muy actual. Hay algo que tiene que es como de su época, no solamente con las mujeres en general. Y todo eso me fue como armando el personaje, y después claramente ahí en los ensayos y en el set con mis compañeros y mis compañeras. Había decisiones y cosas que se colaban en su forma de actuar y en su humor, decisiones e ideas y cosas que fuimos agregando también en las escenas que van apareciendo. Y eso trabajamos juntos con Azul y eso siempre está bueno.
Azul siempre estuvo abierta, eso hasta el último momento en la comedia funciona mucho eso porque por supuesto que tiene que haber un guión, está ensayado, ensayamos. Pero hay algo ahí de la impronta que de repente aparece un remate, una cosa que funciona un montón, de una situación que a lo mejor se te caiga algo al piso y suma.
—¿Cómo fue jugar con Ángela, desde la cara deformada a los chistes, el galán que te pusieron? Contame todo...
—CP: Nos reíamos mucho, nos reíamos muchísimo, teníamos que también resolver de manera fácil algunas situaciones, estos FX eran muy divertidos. La comedia tiene algo que parece que es fácil, pero que es muy rítmica y que es muy precisa porque si no se pierde. Entonces el desafío también de todos los días era tratar de ajustar, cuando llegábamos al set, cada movimiento también, no solo los chistes.
Y bueno, también el desafío de armar estos mundos fue muy interesante, porque a la vez, desde que empezó esta película, fue cambiando todo, no solamente nosotros que nos estemos poniendo más grandes, sino que también la manera de que la gente, el público, la manera de producir, está también la avidez con la que la gente consume películas, cómo pasó también ahora a ser todo con likes, cuando la película empezó no había redes sociales, también tuvimos que meter eso porque si no también la película iba quedando como de otra época. Entonces también teníamos esto y también darle la importancia que tiene que tener todo eso en un guion, porque tampoco nos podíamos detener en hablar, pero bueno, también la forma en que la gente consume hoy la belleza, la demanda de la gente, de hombres, mujeres, cómo hoy ven todo a través de un filtro, todo se ve a través de un filtro entonces esa lucha tal vez no estaba al principio en un guion, tuvimos que meter todo eso. Mi inspiración igual te aviso que fue Gloria Swanson cuando pasa al cine sonoro.
Sobre el cine y estrenar proyectos
—Carla, tenés un año en el cine hermoso con Blondie, ahora este personaje también, contame un poco, ¿cómo estás viviendo esto?
—Carla Peterson: Era muy impresionante ver a una directora con su rol de madre y una directora en set trayendo a su hijo, Simón, su hijo, que nos acompañó toda la película, todos los almuerzos venía para estar un rato, que se había puesto al hombro toda la película. Pero bueno, algo que es muy interesante es que trabajé en muchos proyectos con mujeres y en esta película trabajé con Azul y hay una diferencia. Porque suma a este mundo más manejado por los hombres haber una cantidad de mujeres ocupando otros roles que antes no ocupaban hace que sea más interesante, para mí y creo que para todos es mucho más interesante, así que lo digo por un lado y que también estuve dirigida por una mujer, Dolores Fonzi, y vaya qué mujer, bueno, trabajé con Ana Katz también en una serie, así que soñado, es el mejor escenario para mí.
—Están presentando la película, estamos celebrando que se estrene una ficción nacional, pero ¿qué mirada tienen también sobre el momento que estamos viviendo?
—Julieta Díaz: Bueno, puedo hablar un poco de mi trabajo porque es lo que conozco también, pero veo que todas las personas en sus diferentes disciplinas, diferentes trabajos o en su cotidianidad, en su vida de todos los días, doméstica, está pasando mal en un montón de situaciones. Con respecto a lo que está pasando en el cine argentino y todo lo que sucede, no está en crisis ahora. Ahora hay como una línea política que se hace eco de una manera de pensarlo, pero siempre ha habido una idea de que nuestro trabajo es solo un entretenimiento y no nuestro trabajo. Yo creo que básicamente es nuestro laburo eso. Nosotros estamos mostrando una película, yo me puse un vestidito, todo, pero la realidad es que acá hay un montón de gente, sonido, de cámaras, dirección, vos sos un periodista que también trabaja con espectáculos, bueno, ahí para hacer una película hay muchísima gente involucrada, así que lo único que puedo decir es que este es nuestro trabajo. No es un entretenimiento. Y este no es, porque es una vocación y porque nos gusta, no quiere decir que tenga menos valor. Es nuestro trabajo y lo vamos a defender y lo tenemos, merecemos el mismo respeto, ni más ni menos que ningún otro trabajador. Simplemente eso, es nuestro trabajo. Creo que eso es lo que hay que cambiar la cabeza con respecto a nuestro laburo, o sea en los medios, o sea en el arte. Sobre todo en el arte. Y la gente cree que el arte solamente es la parte de adelante, pero atrás hay un montón de realizadores. Así que creo que eso es lo más natural y desde años, no es de ahora solamente.
Impulsando proyectos
—¿Alguna vez imaginaste, como en este caso, impulsar proyectos?
—Julieta Díaz: La verdad es que yo lo vengo haciendo estos últimos años, pero antes no. Me acuerdo que mi viejo siempre me decía: “Ya tenés un lugar que tendrías que armar tus cosas”, y yo tenía la suerte también de que me convocaran con proyectos ya armados y eso es un lujazo. Y la verdad que lo disfruté mucho y lo disfruto, me sigue pasando por suerte. Digo, no es que armo todo yo sola, nunca se arma sola. No es que yo me sumo desde la génesis y de todos los proyectos, para nada.
Pero hay algo que está apareciendo últimamente, una de las razones justamente por las que me convocan Carla y Jazmín es porque yo había hecho No soy tu mami, con Celina Font, con Marcos Carnevale, bueno, con un equipazo ahí. Entonces un poco con esa idea, también de pensar un proyecto desde la génesis para poder meterse como productor artístico, porque yo ahora que no soy productor, hay que saber mucho para eso, pero sí para estar en la mesa chica y poder dar ideas, y que eso cuando uno tiene experiencia, suma. Es muy placentero, es muy lindo, tiene más responsabilidad también, Y también me gusta, porque a esta altura cuando uno ya sabe un poco más está bueno poder opinar.