Así se expresaron los integrantes de la formación que presenta su nuevo material en un concierto al aire libre.
Fundada en 2013, Dende Gurí es una banda integrada por Iva Motroni (voz y sintetizador), Federico Asmus (batería), Chucky Martínez (bajos) y Bruno Bonarelli (guitarra).
Con un trabajo bajo el brazo, el grupo se prepara para la presentación que hará esta tarde en la Plaza Belgrano, 13 y 38, en el marco de los festejos por el Día de la Primavera.
—¿Qué se traen entre manos para este momento?
—Tenemos grabado un EP que consta de cuatro canciones que estrenaremos próximamente. Además, fue producido con Leo Costa y realizado durante 2020 en los estudios Angora Records y Turkish Estudio. También, hace unos meses, específicamente el 14 de mayo, sacamos el primer adelanto que se titula No se ve, que consta con un videoclip estrenado hace unas semanas. Por otra parte, este domingo 19 de septiembre estrenamos el segundo corte, se llama Dicen.
—¿De qué manera viven esta apertura paulatina y la vuelta a los shows?
—Es una gran noticia para todas las bandas y, en realidad, para toda la sociedad en general esta vuelta, de a poco, a la vida “normal” que tuvimos antes de todo esto. Para nosotros, después de más de un año sin poder tocar en vivo, en general es el momento que más se disfruta, y donde la gente realmente conecta con tu música. Que, de a poco, vayamos recuperando esos espacios, está buenísimo.
—¿Qué análisis realizan de la actual escena y sus múltiples propuestas?
—Es un gran momento para la música en general, siempre hubo múltiples propuestas, pero lo bueno que está pasando ahora es que todo se está mezclando: el rock, el pop, el folclore, el trap, la cumbia. De a poco va desapareciendo la idea de encasillarse en algún tipo específico de género musical.
—¿Qué opinan sobre las nuevas formas de producción y lanzamiento que imperan en la actualidad?
—Es algo que va de la mano con la vorágine de la sociedad de hoy, de esa necesidad de lo inmediato, y cada vez hay más herramientas para acelerar el proceso. Lamentablemente hoy casi nadie tiene tiempo para escuchar un disco entero de doce canciones, inclusive. Hasta una canción de más de cuatro o cinco minutos se vuelve tediosa para algunos, se pierde un poco desde el lado artístico al tener menos tiempo para expresarse conceptualmente, como lo es un disco completo, de los discos de antes. Ahora el arte de tapa se ve en las redes, por ejemplo.