El adiós a Raquel Welch

Censual y dueña de una belleza particular, la modelo y actriz Raquel Welch se consagró como una figura en las pasarelas, y en el séptimo arte. Poco a poco fue convirtiéndose en un ícono de erotismo y en la preferida de los cineastas. Con una carrera establecida, la mujer de 82 años abandonó este mundo para irse de gira eterna luego de batallar contra una breve enfermedad, según informaron sus representantes.

La estrella del cine había nacido en Chicago bajo el nombre de Jo Tejada y fue la hija de un profesional de la ingeniería que se había instalado en Estados Unidos. Tuvo una crianza religiosa que la llevó a fugarse rápidamente de su casa y a empezar su carrera profesional en el arte con un costado sensual que fue su marca registrada. Además, tuvo una intensa vida amorosa de la cual se jactó hasta sus últimos días. Es decir, vivió el amor como si no hubiera un mañana.

Su trayectoria en el cine estuvo repleta de cintas de dudoso buen gusto y otras con excelentes críticas, pero la que la llevó a la cima fue Un millón de años antes de Cristo donde se volvió muy popular por una bikini dorada que dejaba ver sus curvas. Recordemos que la mentada película fue rodada en 1966. Fue una entrega británica, donde casi no había diálogos y ella era la protagonista: una heroína que databa de la época de las cavernas. Allí debía enfrentarse a unos monstruos y otras criaturas misteriosas que se le presentaban a menudo poniéndola en peligro, y su única defensa era una lanza que había sido construida por ella misma. Con efectos audiovisuales leves, la película fue un hito en su género. Asimismo, los pósters de promoción mostraban a la protagonista con un traje de baño salvaje que se convertía en un elemento de la cultura pop que aun perdura hasta nuestros días.

Poco a poco, con el correr de los años, la mujer fue dejando de lado su vida en los sets de filmación para abocarse a la vida más alternativa con otras aristas principales como el cuidado del cuerpo, la dieta saludable, el yoga y la práctica del budismo. Su paso por la Argentina en la década de los años noventa no pasó desapercibido: llegó a un festival de cine realizado en Mar del Plata donde se hizo presente con un escote que dejó a todos boquiabiertos. Estaba espléndida y lo sabía. Sin embargo, se fue a las horas de llegar porque se sintió descuidada. En relación a su perfil, la estrella supo ser un símbolo sexual desde la insinuación y sin llegar a los lugares burdos o comunes tan propios de lo explícito hoy en día, mucho más cuando se tiene todo al alcance de un clic.