Se conoció el costo de la boda de Nicole Neumann
El 8 de noviembre celebraron su casamiento la empresaria y el piloto Manu Urcera, en la provincia de Neuquén.
El mánager falleció luego de haber sido hospitalizado por un accidente cerebrovascular que lo dejó en coma irreversible.
30/11/2023 - 00:00hs
El empresario de la moda y representante de la moda argentina Ricardo Piñeiro dejó este mundo a los sesenta y ocho años. Había sido internado en el hospital
Fernández por cuatro días tras sufrir un accidente cerebro vascular que lo dejó en un estado irreversible.
La triste noticia fue confirmada por quien fuera una de sus musas en los años noventa, la modelo llamada Fernanda Villaverde, que lo despidió en las redes sociales con un comunicado que expresaba: “Richard, no puedo más del dolor. Que descanses en paz. Te amo y amaré siempre”.
Desde hacía años, el hombre se había alejado de los flashes y de su trabajo para abocarse a su pasión por los animales y la fotografía. Tenía su casa propia, estaba soltero y vivía junto a sus animales. Por otro lado, tenía un trabajo filantrópico en una organización católica, en la que ayudaba como voluntario para asistir a personas en situación de calle.
Hace tan solo unos días, el hombre se alistaba para ir a una cena a la que nunca se presentó. Esto llamó la atención de sus amigos que lo esperaban y, luego de unos días, fueron a su casa con la policía y lo encontraron desvanecido. Así, fue internado y atendido por un cuadro del que nunca pudo salir.
En sus inicios, el hombre trabajó como vendedor de jeans, luego fue modelo y empezó a querer ir por más. Puso su agencia y representó a las más grandes divas del país, tales como Mariana Arias, Andrea Frigerio, Mónica Labari, Ginette Reynal, Delfina Frers, Paula Chaves, Lorena Ceriscioli, María Vázquez y Dolores Trull, entre otras.
Ricardo tenía una flamante figura con un bronceado perfecto y grandes rutinas de gimnasia. Además, tenía un departamento y los fines de semana se escapaba hacia su casona en la provincia. Otra de sus pasiones fue la decoración y eso lo reflejaba ayudando a sus amigos.
Con el cambio de milenio llegó la quiebra de su agencia. Lo estafaron, vendió la casa del campo y siguió con otros oficios. Asimismo, esto trajo como correlato adicciones y una depresión severa de la que pudo salir gracias a sus amigos que lo supieron acompañar.
Con una vida austera y feliz, el hombre supo resurgir gracias a la compañía de sus seres queridos, las nuevas aficiones y la chance que siempre hay una segunda vuelta.
Ahora, el mundo de la moda está de luto y despide al ícono de los años noventa.