“En medio del caos que vivimos como especie, encuentro un refugio en la música”

Radicado en Berlín, el argentino Mapel acaba de lanzar su último disco y es por ello que fue entrevistado por este multimedio.

Al respecto, afirmó: “Mi obra se va formando desde la experimentación. Comienzo a jugar con un sonido y normalmente desde ahí va creciendo un loop; voy tirando del hilo y a veces se logra desenredar una ­canción. Este disco habla del movimiento. Todo está en movimiento, la única constante es el cambio y eso se puede ver en todos lados: el día se hace noche, las estaciones del año, cómo nacemos y morimos. Incluso en la muerte se sigue manifestando el cambio. Es infinito”.

Asimismo, reveló: “En medio del caos que vivimos como especie, encuentro un refugio en la música, un lugar en donde puedo colorear a mi gusto el espacio en que habito. Berlín me ha dado la oportunidad de ser anónimo y desde ahí poder bucear en las profundidades de mí ser sin que nadie esté esperando reconocerme. Es la primera vez salgo difundir mi música solista. Luego de 15 inviernos berlineses, siento la necesidad emocional de reconectar con mis raíces”.

—¿Por qué y cuándo decidiste irte al exterior?

—En el 2001 estaba viviendo y trabajando

en Buenos Aires como fotógrafo y fui invitado a fotografiar la portada para la revista Style / The Sunday Times en Londres. ­Aprovechando la oportunidad, salí de viaje para conocer.

Los primeros años viví entre Londres, Barcelona e Ibiza. En 2005 me instalé en ­Berlín y desde entonces vivo aquí. Llegué a Berlín invitado a tocar con un dúo que ­teníamos con Luciano Denver, SIN, apadrinado por el legendario productor Tweety González.

—¿Cómo es recepcionado tu arte en el Viejo Continente?

—Los primeros años giramos con SIN y fue maravilloso. En España resulta mucho más simple comunicar la música en castellano. Luego aquí en Berlín formé otros proyectos más adecuados a la escena: Mimi and The Guys es la banda alemana en la que participo como productor y guitarrista.

El proyecto Shipibo, en colaboración con Andrés Bucci, tuvo buena recepción en la cultura de club. Ahora con Mapel estoy enfocado en captar un público de habla hispana. Me resulta mucho más eficiente comunicar en castellano, puedo transmitir más la profundidad de lo que siento.

—¿De qué manera definirías el género al que te abocás?

—En Mapel me definiría como cantautor y utilizo, además de la guitarra, instrumentos electrónicos. Tengo las raíces de la música argentina y todos los estilos que fui descubriendo en mi viaje. Berlín aportó toda la parte electrónica. Pero básicamente hago canciones que se mueven dentro del rock o rocktrónica.

—¿Qué podés contarnos sobre este último lanzamiento?

—Movimiento perpetuo es el reflejo de algunas de las conclusiones más importantes en mi vida, conclusiones a las que he llegado luego de 20 años de mi viaje.

Estoy feliz de haber plasmado mi interpretación de una parte de la realidad para poder comunicárselo a mi hija y que tenga este recuerdo para cuando ya no esté aquí.

—¿De qué va esta producción?

—El álbum fue grabado en un pequeño estudio en Berlín con guitarras, voces, sintetizadores y máquinas de ritmo. Es un experimento conducido desde el ensayo y error. Voy probando y grabando.

Luego, con la ayuda de mi amigo Chucky Limón, también músico argentino residente en Berlín, hicimos una selección de entre muchos tracks que grabé entre el 2019 y el 2020. Encontramos que estas ­cuatro canciones eran las que mejor ­funcionaban con el concepto Movimiento perpetuo.

—¿Cuáles son las melodías e inspiraciones inmersas en estas cuatro canciones?

—Estas cuatro canciones son un paseo por mi cosmovisión del mundo y mis emociones. Una visión más adulta de mi relación con el universo.

Estoy muy agradecido de poder comunicar mi nuevo álbum en mi amada ciudad natal.