La muerte incierta de Cristina Lemercier
En esta ocasión, diario Hoy recuerda a la destacada actriz y conductora infantil, quien abandonó este mundo en extrañas circunstancias.
La pluma de Caly marca su debut como escritor. Se trata de un ecléctico volumen en el que incluye textos producidos en diferentes momentos de su vida.
14/03/2022 - 00:00hs
Con La pluma de Caly, recientemente editado por Grijalbo, Facundo Arana debuta como narrador. Con él habló diario Hoy para saber más detalles.
—El libro físico ya está en las librerías. Desde ese momento que lo soñaste, hasta ahora, ¿cuáles fueron las sensaciones que tuviste?
—Aún no puedo creer que el libro esté en las librerías. Todo en el libro me encanta. La sensación es de plenitud absoluta. Una cumbre preciosa, dulce.
—Hay temas que atraviesan el libro: la vida, la muerte, el amor, la amistad, la familia, las despedidas. ¿Por qué tomaste esta decisión?
—La vida, la muerte, el tiempo, la soledad, la compañía, la familia, lo real y lo fantástico, lo bello y lo triste, la muerte; todo forma parte de la existencia. No hay, en realidad, una decisión real. Ni siquiera fueron tenidas en cuenta al momento de buscar el orden de los cuentos en el libro. Fue más bien algo espontáneo, junto al editor Mariano Kairuz.
—¿Cómo te organizaste para escribir y luego darle forma a La pluma de Caly?
—No fue algo organizado pensando en un libro al final del camino. Fue un proceso precioso de mil cuentos y, de a poco, una selección natural. Quedaron afuera algunos muy lindos. Y ni siquiera pienso en otro libro hoy. Me dedico a disfrutar de este, que es un hermoso sueño hecho
realidad.
—¿Cómo creés que Caly, justamente, hubiera recibido esta publicación?
—Creo que Caly hubiera ido ya por el libro número 45. Y todos serían best sellers extraordinarios y eso a él no le importaría nada. Creo que Caly está en el ADN de cada palabra escrita en el libro, y en cada segundo de mi existencia. En cada atardecer que contemplo y en cada abrazo.
—¿Qué descubriste en esta faceta que tal vez ni con la actuación y la música satisfacías?
—Es como actuar, o dibujar, o cantar, o tocar mi saxo. O el piano. O estar con quien más querés estar en el mundo. No tiene tanto que ver con el resultado, como con mi alma sonriendo francamente. Y creo que quizás muchos encuentran difícil hallar exactamente lo que los hace felices. Y eso me convierte en un ser muy afortunado.
—Así como soñaste el libro, ¿soñás con que alguno de los relatos se transforme en un proyecto audiovisual? Por ejemplo, la de Virgilio es una historia muy cinematográfica… Uno se siente en una película mientras lo lee
—No puedo ni creer que estén hechos libro. ¿Pero te imaginás? Si te digo que algunos de esos cuentos podía verlos mientras los escribía…Candece, Longinus, Del uno al diez… Ni hablar de Virgilio, ¡tiene hasta una canción que compuse para él! Que te hayas sentido en una película mientras lo leías es... ¡Me voy a hacer un cuadrito con tu observación!