entrevista

Florencia Otero: “Me parece re lindo sentir que soy como descubierta o redescubierta por algunas personas”

La talentosa artista está viviendo un momento brillante gracias a dos espectáculos que la tienen uno como protagonista y el otro como coprotagonista.

Espectáculos

09/07/2024 - 00:00hs

La actriz y cantante, de larga trayectoria, está al frente de Personas, Lugares & Cosas, en el Teatro Sarmiento (CABA) y participa de El Principito en el Teatro Opera (CABA) como “La Serpiente”, en el musical que recupera el clásico literario. Con ella hablamos sobre el gran momento que está atravesando.

—¿Cómo estás viviendo este gran año y este gran momento que tenés con estos dos espectáculos maravillosos que te toca trabajar, uno protagonizar y el otro coprotagonizar?

—Muy contenta, la verdad que como vos decís es un sueño, muy movido y muy deseado también, porque tenía muchas ganas de hacer este tipo de materiales y bueno, que llegue la oportunidad, que se pueda concretar y más en un año tan complejo, la verdad es que es un placer enorme, así que disfrutando mucho.

—¿Cómo hacés para organizarte con la casa, la familia, Germán (Tripel, el marido) también está con obra, cómo hacés para cuadrar todo?

—A veces resulta más ligero y fluido, otras veces caótico, porque en el medio no es solo que uno entra en la rutina y empieza su día, vamos llevándola y tratamos de ir semana a semana, a veces día a día, Nina, nuestra hija, se adapta muchísimo también a nuestro laburo, le gusta también, no lo hace obligada, sino que por ejemplo va a ver School of Rock, donde está Germán. Y mi hermano también está en la obra, por lo cual se queda con su tío o mi suegro y si no se cruza la calle con mi suegro y está en el teatro conmigo, así que bueno es la vida.

—¿Cómo fue el proceso de creación de los dos personajes que son completamente diferentes, uno te exige muchísimo y estás brillante, en el otro también, pero entiendo que debe haber sido a nivel de energía poner el foco en diferente lugares?

—Sí, totalmente, con la obra en el Teatro San Martín estuvimos haciendo un trabajo previo de un año, por lo cual hicimos un análisis de texto, de adaptación, laburamos mucho a partir de la corporalidad del personaje y también una transformación física bastante grande, porque bajé bastante el peso, quería no verme tan saludable, pero no dejar de estarlo, yo en la vida real por cuestiones mías de salud me venía bien también bajar de peso por una cuestión que tengo hace bastante, y también en la voz porque mi voz tiene como una ecualización natural, que es como más cálida, no le aportaba eso mucho al personaje, fue a partir de conocer mucho tu voz y ahí empezamos a componer un poco. Además, el último tramo de los ensayos con los actores, en el medio audiciones abiertas, yo estuve muy comprometida con todo el proceso, así que fue increíble, hicimos reuniones con adictos en recuperación, con distintas fundaciones de familiares que acompañan también. Estaba desde el principio y una vez que estrené la obra recién ahí arranqué con El Principito, porque no quería mezclar las dos, para mí era un montón, así que lo primero que hice fue grabar todas las canciones en el estudio, porque tenían algunas adaptaciones y demás, entonces ensayábamos con las voces grabadas y yo de esa manera podía cuidar un poquito mi voz para los ensayos y las funciones de la otra obra, lo hicieron con todos, no lo hicieron solo conmigo, y una vez que se montó la estructura de la obra, recién ahí empecé a profundizar. Así que fue distinto a la obra Personas… y todas las funciones son hermosas porque es un grupo que de verdad parecía que veníamos todos de planetas distintos pero terminó siendo preciosa, así que lo disfruto mucho y para mí también es un cable de tierra, si bien hago la serpiente, que es bastante oscura, nada que ver con lo otro, es otro plan.

—¿Qué hacés después que terminás con Personas… cómo se baja, cómo se vuelve a tierra?

—Mira, hago algunas cosas físicas, energéticas, que me sirven, como sacudirme, literalmente y dejar ahí el personaje, que es algo que se lo vi hacer también a la actriz de Londres, y eso en lo físico. En cuanto a lo emocional charlo un poco conmigo antes y después de la función, porque depende cómo labura cada uno, a veces es inevitable, pero hay alguna conexión con uno que yo no sé hasta qué punto el cuerpo entiende que no me está pasando a mí, no sé si químicamente mi cerebro lo entiende y es un estrés enorme el que vive el cuerpo, cuando pasa por cada palabra que te dicen y encima con los actores que tengo al lado, como Beatriz Spelzini, esta madre terrible, te juro que llegan de verdad esas palabras. Así que trato también de bajar un poquito, de quedarnos hablando con la gente y ya en el último monólogo de mi personaje, que ella actúa de varias personas dentro de la obra, también juega un poco a que actúa de mí. En ese sentido, lo hago más también a Flor como un personaje y eso también me sirve para ir saliendo dejándola ahí. Y está bueno también.

—¿Vos imaginabas todo este recorrido profesional? ¿Qué te pasa cuando mirás hacia atrás?

—A veces me agarra la de mirar para atrás, porque es lindo también, a veces uno dice, siempre para adelante, nunca para el costado, pero a veces para atrás, por ejemplo, me pasa eso. Siento que es como que cumple un círculo muy lindo de una gran etapa de mi vida. En días cumplo 35 años, es como una primera parte de mi vida, y no me parece casual, que esté haciendo estas dos obras, una con la que siento que cierro una parte y otra con la que abro la nueva la que tengo ganas de contar, el tipo de material que tengo ahora de hacer el tipo de historias con las que me quiero comprometer.

Una época de nuevos desafíos

—¿Esperabas que te lleguen proyectos como Personas, Lugares & Cosas? ¿Siempre quisiste hacer esto?

—Sí, me imaginaba que no iba a hacer otra cosa al resto de mi vida, porque me hace feliz, a veces es más fácil y a veces más difícil, pero me doy cuenta que no, no hay chance de que pueda sobrevivir si no lo hago, no sólo económicamente, es para sobrevivir yo con mi alma, que no sé si me sentiría existiendo sin hacerlo.

—Este personaje de Emma, en Personas… ¿es el espacio que te gustaría recorrer, este tipo de personajes comprometidos?

—Sí estaría buenísimo. Creo que son lugares en los que no me había metido no porque no quisiera sino porque por ahí también no lo requerían los personajes que me iban saliendo la oportunidad, simplemente porque o no te da o porque no aparece, hay miles de millones de factores por lo que a veces uno no se topa con cosas así y a veces repetís en algunos personajes porque sabes qué es lo que funciona y lo que pide el director. Un poco lo que sentí que me estaba pasando en el musical era como que estaba con los últimos personajes que estaba haciendo era para no perder un lugar ganado en el género, porque a veces uno pasa eso viste, te encontrás como bueno, agarro laburo para seguir haciendo una rutina. Hay que abrir esos espacios, ese camino yo creo que si tuviera que ir marcando a veces en los mapas, como en las películas policiales, yo siento que hay algunos personajes que son esas chinches y que los hilitos son los que van marcando también un camino hacia donde uno va, yendo y yo creo que si no hubiese hecho Rent tal vez no hubiese conocido ese mundo al que hoy le entrego a Emma en esta obra, o bueno Despertar de Primavera o Casi Normales, o en otras obras de texto que en las que he laburado, o en teatro clásico, y existe una visión desde afuera que el teatro musical no es teatro, como si una no estuviera interpretando, contando una historia. Y me parece re lindo sentir que soy como descubierta o redescubierta por algunas personas o por mí misma.

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