Maiamar Abrodos: “La sociedad no creció y habíamos creído que sí”

La actriz estuvo presente en la premier de la película.

La ópera prima de Vanina Spataro, Naufragios, tiene a Maiamar Abrodos en un rol clave. Con ella hablamos sobre la película y el difícil momento para la cultura y la diversidad.

—¿Cómo fue reconectarte con la película? Seguramente la vieron hace poco, porque la filmaron hace mucho.

—Una tiene unas sensaciones internas de lo que filmó, de lo que hicimos, de lo que construís, su personaje, y después cuando la ve forma una gran parte de la historia de la película. Así que aparecen algunas cosas determinadas, otras no y te vuelven todos esos recuerdos y las cosas que uno espera. Yo estoy más acostumbrada al teatro, en el teatro te ves tan bien porque no tiene lo que pasa que te ves y ves tu cuerpo, es un montón. Las actrices tenemos como eso también, que no solo ves la película, te ves a vos, pero igual está bien, o sea, yo estoy recontenta y feliz que se estrene, quería ya que se estrene porque una también necesita mucha visibilidad y un poco de la devolución.

—¿Te gusta verte?

—Soy media vergonzosa y a veces me pasa cuando termino una función y se me acercan a saludar, me da vergüenza, muchas veces con este tipo de situaciones me quiero evaporar del sistema, necesito irme a comer. Estoy haciendo ahora Paquito y cuando termina la obra me saludan, pero me quiero quedar sola con mis compañeros. En Naufragios vivimos mucho tiempo juntos, estábamos en La Pedrera, pospandemia, con un enlace fuerte que tuvimos entre nosotros, entonces también es una familia que se armó en ese momento, es hermoso. Igual este tipo de arte que hacemos, tiene esto de que no se va. Por lo menos para mí fue maravillosa. Vanina fue muy gentil con todos, en general, y conmigo con mi historia. Yo soy una mujer trans y fue de consultarme, de preguntarme, de analizar. Para mí fue un privilegio trabajar de esta manera, porque a veces no te escuchan, no te ven. Más en momentos como este que vuelven a poner en tela de juicio a la diversidad, cuando, bueno, ya está, pa­semos esta etapa ridícula, pero, bueno, evidentemente la sociedad no creció y se quedó ahí y habíamos creído que sí, que habíamos crecido, pero no.

Yo ahora soy una señora en la vida, en la calle la gente no sabe, voy tranquila, pero tengo mis amigas, mis niñas, y tengo miedo, y esto no es solo por un lugar, las mujeres trans. En este caso, es toda la diversidad, es alguien que cuestiona de nuevo el matrimonio igualitario, ¿pero dónde vamos a ir a parar? Qué tipo de necesidad, hermanos, de la persona que cuestiona la ley de divorcio, es volver a ponernos en un eje, evidentemente, son unos asociados a la Matrix, gobernados por unos pocos y, bueno, y lo que quieren es volvernos a anular. Me acabo de jubilar. Soy docente en mi vida y una hizo mucha batalla y un montón de cosas en la vida. Volvemos otra vez, pero con cosas básicas, porque no es casualidad que iba a estar en una obra del Estado y eso se bajó, no digo que lo hagan a propósito, pero iba a ser las protagonistas de una versión de Las del Barranco contemporánea.

—Se estrenó Cris Miró (Ella) en Flow, ¿la conociste a ella?

—Sí, ella vino dos o tres veces al lugar donde yo era relaciones públicas, esta chica que parece divina que la protagoniza, y tengo amigos muy queridos que están en la serie, así que quiero verla ya. Y que vuelva es genial, porque Cris allanó el camino mucho, es un relato habla de eso y mal que te guste o no te guste, en la comunidad, Flor de la V ha puesto en la vidriera a nosotras y con la posibilidad de estar, después cada cual va haciendo su propio camino, como en la vida, y gracias a ellas fue como todo mucho más simple y es menos complicado de lo que quieren.

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