entrevista

Ian McShane: “Me encantan las películas, me crie con ellas”

Protagonista de John Wick, American Gods, Piratas del Caribe, logra un protagónico en el que luce sus dotes interpretativas.

American Star, de Gonzalo López Gallego, cuenta la historia de un sicario que decide cambiar su vida, pero que el pasado lo sigue hasta su lugar de descanso. Protagonizada por Ian McShane, hablamos en exclusiva con el actor británico para saber más detalles de la propuesta.

—¿Cuándo supiste que querías ser actor?

—Nunca lo supe. Sé que realmente no lo hice. Hice dos obras de teatro en la escuela. Yo era un niño normal, mi padre era futbolista profesional del Manchester United. Así que me encantaba jugar al fútbol. Sabía que nunca iba a ser profesional, pero me encantaba el fútbol. Para entrar en la escuela, hice dos obras escolares y la segunda vez el profesor, quiero decir, creo que a veces tienes suerte en la vida, tenés un mentor, este profesor que era bueno en la obra escolar, dijo: Voy a hablar con tu mamá y papá porque tal vez podrías hacer esto, como te gusta actuar. Y yo dije, bueno, debo decir que la cosa es que cuando entré en el escenario en ese momento es que yo sabía lo que estaba haciendo por alguna razón innata. Es como si lo disfrutara. Entonces me vino a ver mi madre y mi padre; tuvimos una charla y fui a hacer una audición para la Real Academia de Arte Dramático y entré allí. Tenía 17 años, fui a Londres en 1960 y no tenía ni idea de lo que estaba pasando, pero me lo pasé muy bien durante dos años y me sacaron de allí para hacer una película cuando tenía 19 años. Para hacer una película llamada The Wild and the Willing, eso fue en 1962. Así que 62 años después todavía me pregunto por qué quiero ser actor. Pero ha sido muy, como dijo un famoso cómico, esta profesión ha sido muy buena para mí. Necesitas una cierta cantidad de suerte, pero como cualquiera, vas y vienes de películas, haces teatro, haces televisión. Y ha sido increíble. Ahora estamos hablando de una película 62 años después, que es, ya sabes, estoy enormemente orgulloso de haber sido capaz de participar en la producción, de trabajar con Gonzalo, con quien había trabajado antes en una película llamada. Un punto hueco, luego se acercó a mí con un guion, natural, y trabajó en él. Luego vengo de vez en cuando como un productor, las ideas, y como que llegamos a hacerla con mi socio de producción, Mike Elliott. Fuimos a la isla Fuerteventura, de la que debo decir que no sabía nada antes de ir. Conocía el guion y sabía vagamente cómo iba a ser, pero, cuando ves la película y cuando fuimos allí, supe exactamente por qué habían elegido la isla como escenario. Porque es esencial para la película, esencial para la estructura física de la película.

—Mencionaste que también producís la película, ¿sentís más presión cuando actúas y producís una película como esta?

—No lo creo porque, quiero decir, estoy hablando de la producción en la creación, el lado creativo. Es decir, yo produje antes American Gods, la serie de televisión, y luego la serie que en los 90 se llamaba Lovejoy. Pero es mucho. Estoy en el lado creativo, como el guion sobre OK, pero no en el lado práctico. Por suerte, Mike se encarga de la parte financiera en esto; pero, de nuevo, tuvimos un benefactor. Creo que el presupuesto fue de alrededor de tres millones de euros al final, y todo está ahí en la pantalla. Quiero decir, la película parece de mucho más. Además, fue un rodaje muy civilizado. Fuimos allí una semana antes de empezar a rodar una semana, tal vez incluso seis días. Estuvieron allí una semana antes que nosotros cinco días. Hicimos pruebas de maquillaje, ensayamos, cortamos todo lo superfluo, si algún actor tenía algún problema con las líneas, trabajábamos todo eso. Así que estábamos todos los días de rodaje. Entonces, no había extraños. No teníamos ningún productor mirando por encima del hombro, diciéndote qué hacer. Todos estábamos en la misma página. Por lo que, al final del día, te mantienes o caes por el producto terminado. Y estoy feliz de decir que estoy muy orgulloso del producto final, que es por lo que estoy aquí hablando con ustedes hoy.

—Me gustaría saber, ¿cuál fue el mayor reto para vos en este personaje tan complejo, que tiene pocas palabras en algunas escenas?

—Fue un alivio, pero fue encantador poder interpretar a alguien que es la figura central de algo y que está reaccionando a lo que sucede a su alrededor todo el tiempo sin instigar nada. Le sucede a él, va allí a algún sitio y luego decide quedarse. Error número uno, pero esa es su elección. Está intrigado por la isla, la gente que conoce, se ve obligado a reaccionar con ellos. Y sí, un tipo que de repente empieza a pensar en la vida que ha llevado. Es puesto en situaciones, en las que se siente incómodo, pero no pero las sobrelleva. Sabiendo que está todo el tiempo, que realmente no está haciendo lo que debería estar haciendo, pero él es tal vez eso es lo que se ha perdido en su vida. Las películas encapsulan y lo que pueden hacer siempre se siente cuando se baja el telón. Ya sea en el cine, en el propio edificio o en casa, si tienes una pantalla grande, apagas todas las luces, pones la película y sacas tu pochoclo, o lo que quieras y ves una película. Quiero decir, me encantan las películas, me crie con ellas. Mi madre y mi padre eran grandes aficionados al cine. Así que cuando veo esta película siempre tengo una sensación cómoda. Me gusta, aunque sé cuál sería su final.

—¿Este es uno de tus personajes favoritos de tu carrera?

—Sí, creo que sí, muchísimo. No soy un tipo que vea muchas de mis películas. Es como que de vez en cuando estoy filmando en algún lugar en una habitación de hotel y se enciende la TV y estoy ahí, ese soy yo, pero no lo estoy. He estado involucrado, por otro lado, como productor y porque tienes una participación extra en el sentido de querer que la gente lo vea. Y pensás, sí, creo que disfrutan de esta película, no solo por mí, sino por todos los demás personajes y por las excelentes interpretaciones de los demás personajes de la película y por todo en general.

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