La historia de Quico con Pablo Escobar
Carlos Villagrán contó sobre la posibilidad que surgió para trabajar con el líder del cartel de Medellín. "Se me heló el cuerpo" señaló.
El cantautor Gustavo Aguilar conversó con el diario Hoy y, en un repaso por la historia de la banda, contó todo sobre los lanzamientos de este año.
01/08/2020 - 00:00hs
En 2018, Gustavo Aguilar tenía unos temas para grabar. La vida lo cruzó con Cristian Moreno, de estudio London, y las afinidades musicales hicieron que surgiera una amistad y que la música fluyera. Así, junto a Germán “Tito” Ivaldi en batería y Chucky Martínez en bajo, Gustavo tomó la guitarra y puso voz dando vida a aquellas letras. Desde Polen, ese primer EP, hasta hoy transcurrieron dos años en los que Hongo Apático recorrió escenarios y se consolidó como banda.
En diálogo con diario Hoy, el cantante hizo un repaso de esta última etapa y nos contó todo sobre el lanzamiento de una seguidilla de singles que dan cuenta de dos años de crecimiento.
—¿Cuál es la identidad de su sonido?
—Creo que está muy marcado por las influencias de los cuatro, porque Cristian, el productor, es uno más. Y si bien todos escuchamos música muy diversa, congeniamos y le vamos dando una forma que puede decirse que está del lado del rock pop o de una música alternativa pop.
—¿Qué pasó desde Polen a esta seguidilla de singles?
—Polen fue algo más de experimentación. Estos dos años nos sirvieron para afirmarnos como banda, y estos singles tienen una identidad definida.
—¿Qué nos podés contar de este lanzamiento?
—“Fig. 1 Cáscara” es el primer single de la nueva etapa. En total van a ser cuatro figuras. Falta muy poco para que se conozca la segunda, que va a ser muy distinta a “Cáscara”; pero el pop te permite explorar varios géneros, no restringirte ni acotarte.
—Polen, hongo, figuras… ¿Por qué siempre hay un concepto natural?
—Siempre hay una conexión con lo natural, es decir, entre lo que somos nosotros como personas y la tecnología. Nos interesa esa conjunción de cosas que parecieran ser opuestas, pero que en realidad se complementan. Eso también se ve en el arte de tapa de los discos, porque en realidad son plantas quiméricas.
—¿Cómo vivieron este lanzamiento en cuarentena?
—Teníamos otra idea, pero nos gustó la posibilidad de explotar las redes y difundir el material por otras vías que iban más allá de presentarnos en un escenario. Aunque el vivo es irreemplazable, fue supergrato e interesante.