Iride Mockert: “Siempre estoy haciendo muchas cosas”
La intérprete se suma a la obra musical que transcurre en una peluquería y que habla del paso del tiempo y las exigencias a las mujeres.
entrevistaLa intérprete se suma a la obra musical que transcurre en una peluquería y que habla del paso del tiempo y las exigencias a las mujeres.
06/07/2024 - 00:14hs
Pelomuerta, con dramaturgia y dirección de Paula Ransenberg, música original y dirección musical de Facundo Borgia y Dolores Ocampo, más Iride Mockert, Laura Silva, Andrés Passeri y Federico Llambí en actuación, se puede ver los martes de julio a las 20 en Galpón de Guevara (CABA). Hablamos con una de sus protagonistas, Mockert, para conocer detalles de la obra.
—¿Cómo estás viviendo este nuevo proyecto?
—De alguna manera de a poco se va asentando la obra y también estamos contentos, muy felices con el proyecto, con lo que pasa con la gente, a pesar de que estamos en un momento que está muy difícil todo y en el teatro se siente mucho eso.
—¿Cómo llegaste a la propuesta?
—Me convocó Paula el año pasado, ella me vino a ver primero, me vino a ver a un espectáculo que yo hacía, que era Lulú, que era como un cabaret alemán en la obra; y después me vino a ver a Las olvidadas de Jack, musical que dirigía Corina Fiorillo, y me llamó a los días y me dijo: “Tengo una obra que vengo escribiendo desde la pandemia”. La había terminado y estaba en recta final, era un musical y, bueno, que quería que leyera el material a ver qué me sucedía . Ya nos conocíamos porque habíamos trabajado hacía millones de años atrás, en el 2008, en el San Martín, en una obra que éramos como treinta con Lorenzo Quinteros en ese momento y siempre quedamos como con buena onda. Siempre nos cruzamos y nos hablamos, y me hizo esta invitación y me pareció espectacular la obra.
Me parece que es muy singular, en general, la poética de Paula, me parece que es muy singular, que prioriza mucho la actuación, las obras que ya ha escrito y hay algo del despliegue de la actuación y del juego que están muy latente en todas las escenas. Así también como un género un poco del absurdo, que también me atrapaba de actuar, además de lo musical, que también que es algo que me convoca, no cantar, la idea de la música en vivo, todas esas cosas que también para mí son un plus a la hora de decidir hacer un proyecto.
—¿Que haya en la dirección un actor tiene algo distinto?
—Sí, no quiere decir que el director que no ha hecho actuación entienda de determinadas cosas, pero hay algo que el actor director... que así también se le pueden escapar cuestiones que refieren más a la dirección, como es capitanear un barco, que no es el caso. Pero digo, me ha pasado en otros proyectos que de pronto se le escapan otras cuestiones, de escenografía, de luces, como que el director tiene que tener todo un macro, de que es el capitán de toda una megaestructura, de muchísimas áreas. Pero sí, en lo actoral, y además Paula, que para mí es una actriz del carajo, hay algo que ya entiende, además de que es docente y está todo el tiempo con la orfebrería de la actuación y eso se nota en la dirección. Todo el tiempo está como buscando por los lugares, que pasa, que no se repitan las curvas de los personajes, la acción, todo el tiempo, ahí late un poco y como que hay algo que para mí fue un placer total hacer este proyecto porque nos entendíamos, estábamos en la misma sintonía de lo que pensamos de la actuación.
—Generalmente estás con varios proyectos a la vez...
—Eso es un poco de seguir sosteniendo y no tiene que ver con Argentina, bueno, creo que sí, pero hay algo que tiene mi naturaleza, que soy medio multitasking, como se dice, y que siempre estoy haciendo muchas cosas. Ahora filmo una película, por ejemplo, estoy como siempre medio haciendo un poco de todo y después hay una realidad que es la del actor que de pronto a veces no sucede nada o de pronto se juntan todos los proyectos. Y a mí me pasó que en este bloque del año se me juntaron muchos proyectos. De hecho, me tuve que bajar de dos proyectos hace un mes porque no llegaba, venía ensayando mucho. Yo también estoy con El entenado, en el teatro Regio, que fue un laburo muy intenso y estaba ensayando diez horas por día, de martes a domingo. Tengo un hijo chiquito, es como un montón y la vida, y obviamente uno sufre cuando se te junta todo, o se juntan los estrenos, por ejemplo.
Acá me pasó que se me juntaron con 15 días de diferencia los estrenos. Era como todo una intensidad importante, pero, digo, hay una realidad que también y lo hablo con un montón de colegas, que es también la Argentina y la profesión que tenemos. Hoy justo leía que publicaba Actores que hacía 187 días que no se filma ficción nacional y, viste, entonces está todo el mundo como si fueran los kioscos del teatro, todo el mundo haciendo obras, generando proyectos.
—No está en la tele y la gente lo va a buscar al teatro...
—Creo que no recordaba tantas obras comerciales con figuras que eran más de la televisión y que ahora están todos, y también gente que por ahí nunca la ves en teatro y de pronto están ahora todos en teatro. Eso tiene que ver con la realidad que estamos viviendo y que se generan proyectos también temporadas más cortas. Las obras de teatro comercial se sostienen tres meses y bajan. Lo bueno es que la gente va a ver teatro a los teatros y también Microteatro está generando un montón de trabajo.
—Hablemos de Pelomuerta…
—Es como un material, como te decía, muy singular y que va como a un registro de mucha verdad, pero de lo absurdo, de la fantasía. Parte de una base real, una situación cotidiana, que puede ser la situación de cualquier mujer que va a la peluquería, u hombre, y como de ahí es el trampolín, obviamente, para hablar de qué les pasa a estas mujeres, qué le pasa a las personas que van en busca de un cambio de look, un cambio de vida. Es muy interesante lo que hace Paula con el material de usar como excusa qué sucede cuando uno quiere cambiar de imagen, y cambia y no le gusta o sostiene una imagen que no es la verdadera. Qué es lo que se esconde ahí y qué es lo que en realidad estamos buscando, como un eje más existencialista de que nos atraviesa los seres humanos, que a veces nos vamos a la forma para no hacernos cargo de lo que más internamente en la profundidad.
También es una obra que está cargada de psicoanálisis, por decirlo de alguna manera, pero además de esa línea de la que habla del paso del tiempo de la vida y cómo nos pega a nivel social. Vivimos en una sociedad que está todo el tiempo y más con lo de las redes, con la imagen, con las arrugas, que cómo vas a subir una foto toda, no sé, desmaquillada, despeinada. Todo eso atraviesa la obra, pero además tiene todo un grado de fantasía que lleva la obra para mí a otro plano de imaginación.