Billie Eilish en una nueva faceta
La cantante triunfa en la música, pero va por más al formar parte de un elenco estelar para una serie dedicada a la pantalla chica.
El showrunner y el ascendente protagonista se muestran felices por el lanzamiento en todo el mundo del relato inspirado en los últimos días del célebre pugilista.
22/03/2023 - 00:00hs
¿Fue Ringo Bonavena el primer mediático del deporte? Ringo, gloria y muerte, la nueva serie de Star+, intenta develar esta respuesta tomando los últimos años de vida del multifacético e inclasificable boxeador en Nevada, Estados Unidos. Jerónimo Giocondo Bosia, que encarna a Ringo, y Nicolás Pérez Veiga, director y creador del show, hablaron en exclusiva con diario Hoy.
—¿Qué fue lo primero que se te cruzó por la cabeza cuando te dijeron que ibas a hacer de Ringo?
—Jerónimo Giocondo Bosia: En ese momento se me cruzó por la cabeza que ya tenía allanado
el tema de lo físico, porque todo el mundo me decía que me parecía y que tenía que conquistarlo desde otro punto, desde la interpretación. Como que ese era mi desafío, demostrar que además de ser parecido podía actuar.
—¿Y el canto también? ¿Dijiste: “Bueno, y ahora voy a tener que aprender a cantar o algo”?
—JGB: El canto fue genial porque yo lo practicaba para meterme en el personaje y Nico un día me
dice: “¿Lo querés cantar? Tenemos la letra, pero no lo podemos transmitir, así que nada, no tendrías que cantar, te animás todo y ya”. Fue muy divertida la experiencia.
—¿Es la primera vez que te toca interpretar a un personaje público conocido?
—JGB: Sí.
—¿Da miedo? ¿Hay presión?
—JGB: Sí, hay, pero desde ya estaba verdaderamente muy copado con el desafío y nada; sí, obviamente hay presión, pero fue divertido.
—¿Y es difícil desde lo contemporáneo viajar en el tiempo? ¿Les es difícil?
—JGB: Para mí en ese sentido fue... No desde el punto de vista de que hay un montón de folclore y hay un montón de películas y de cosas que tratan ese pasado como de una forma ya pintoresca que uno yo creo que en el imaginario lo tiene, ¿entendés? Desde ya, bueno, todo lo que es mafia, boxeo y todo eso, hay un montón de películas que uno vio y que está ya medio acostumbrado; no te das cuenta, pero en nada te encontrás con la escenografía, con la escena y tenés elementos interpretativos de haber visto películas y haber visto ficciones de esa época que fueron muy repetidas en el cine.
—¿Tuviste que marcarles mucho esto de lo corporal para que transitaran de manera distinta a lo que estamos acostumbrados hoy en día?
—Nicolás Pérez Veiga: Sí, fue un trabajo bastante pensado entre nosotros, no muy apuntado a decir: “Veamos videos de la gente de esa época, de Ringo”, un poco con ciertos modismos o con ciertas palabras. Lo trabajamos, pero después hay momentos donde también lo dejamos un poco libre y queríamos que fuera como una interpretación de la época también. Hay palabras dichas por Ringo que en los 60 nunca habían salido de la boca de una persona así o de nadie, que espero que las encuentren en alguno de los episodios. Pero sí, lo que fue el trabajo de época, más allá de la ambientación, de la fotografía y todo eso y del vestuario, era un poco usar léxicos y modismos y maneras de los 60, de los 70, tuvimos que trabajar un poco eso.
—Para vos como director, ¿cuáles son los desafíos? Digo, el cine con el boxeo tiene como una relación, lo decía recién, de que hay muchísimas historias, pero es algo muy cercano. ¿Cuál es el desafío hoy en día en la actualidad de contar esta historia en una plataforma?
—NPV: Bueno, el desafío es que sea “novedosa”, o sea que proponga un género como la biopic, que está tan explotado, y un género como lo son las películas de boxeo, que está tan explotado; que tenga como un enfoque un poquito no sé si distinto, pero que sea atractivo y que no sea una más. Yo creo que la historia de Ringo lo que tiene de interesante también es que cruza el mundo del deporte de alto rendimiento. Digo, bueno, lo van a ver pelear con Mohamed Alí, uno de los atletas más importantes de la historia, pero a la vez cruza el mundo del espectáculo, de la mafia, entonces ya deja de ser una serie solo de boxeo para pasar a ser como un thriller, una película de cine americano clásico.
—Y ahí hablás de boxeo, mafia, digo, todo lo que se muestra en el universo de las series, ¿cómo no caer en el cliché?
—NPV: No sé, la verdad que fue ponerle el corazón, el alma, la cabeza y tratar de hacer algo lo más personal posible, no solo desde mí, desde Jero, desde Delfina Chaves, desde todos los actores. Creo que todos estábamos con ganas de hacer algo un poco distinto, algo un poquito que rompa el formato tanto visual, audiovisual, dramático, todo. Queríamos que tenga un punto, sí, diferente, un poquito más inmersivo, un poquito más cinematográfico y lo trabajamos. Fue muy consciente todos en eso todo el tiempo, en las reuniones que teníamos entre nosotros, más allá de hablar de cómo era un diálogo, cómo era el otro, cómo era la construcción de tal o cual personaje, era queremos que se vea de esa manera.
—¿Les gustó lo que vieron de la serie?
—NPV: Yo estoy contento, estos días hay un poco de ansiedad, inseguridad, nervios, pero nada, el otro día nos juntamos a ver por lo menos el episodio 1 y 2 todos juntos y estamos contentos, yo por lo menos bastante orgulloso de lo que hicimos. No la vi desde que la terminé de editar, preferí no verla.
—JGB: Yo vi toda la serie, la vi un par de veces.
Jerónimo cuenta qué aprendió del boxeador
El protagonista de Ringo, gloria y muerte, que llega este viernes a Star+, reveló detalles de su trabajo.
—Antes te preguntaba, ¿qué fue lo primero que se te cruzó por la cabeza? ¿Qué fue lo primero que hiciste? ¿Qué aprendiste de Ringo?
—De Ringo obviamente hay una cosa, el aguante, de que el aguante te puede llevar, sirve, pero también hay que poner un límite porque, bueno, podés morir en tu ley como hizo Ringo o en un momento te bajás del ring. Esa es como una lección elemental, así, por decir, una máxima. Y después nada, también esta cosa de ser tierno y masculino al mismo tiempo me parece algo en lo personal como atractivo del personaje que me lo quedo.