La intensa existencia de Cris Miró

Con una elegancia de otro mundo, Cris Miró irrumpió en la escena mediática porque trabajó como primera vedette en obras de teatro pertenecientes al género de la revista porteña. De esta manera, la mujer trabajaba como figura de primera línea en las puestas en escenas sobre las tablas, pero también estudiaba una carrera universitaria, más precisamente estaba terminando Odontología en la Universidad de Buenos Aires.

Su exuberancia y el misterio alrededor de la vida privada generaban secretos y la engrandecían aún más. En los años 90, la mujer era una modelo y bailarina de discotecas de moda, del under, pero también bailaba y hacía algunos pasos de comedia en shows que se daban en esos ámbitos. Luego fue descubierta por un productor que la invitó a estar en una obra comercial. Aceptó sin pensarlo y el paso a la fama fue ­inmediato dado su histrionismo y su carisma.

Poco a poco, gracias a la ayuda de Juanito Belmonte, Cris inició la construcción de su carrera en el teatro y la danza, no se encasillaba en ninguna situación y elegía la identidad femenina para vivir su existencia. Recordemos que por aquellos tiempos, las luchas y conquistas de género tenían una materia pendiente que resurgirían y se congregarían muchas décadas después hasta instalarse tal como ocurren en la actualidad.

Gracias a la aceptación del público y las bondades de la fama, en 1995 fue considerada como la vedette del año. En este sentido, paso a paso fue ganándose un lugar en la cima de las estrellas y empezó una gira por toda la Provincia. Por un malestar, la diva se internó para hacerse unos chequeos sin expresarse públicamente mientras continuaba trabajando en giras por las plazas teatrales y además estudiaba su carrera.

Las primeras informaciones daban cuenta de que tenía una afección pulmonar que la llevó a tener que tomar una medicación estricta y a estar internada en ciertas situaciones. Tiempo después los rumores indicaban que Cris tenía VIH, pero salió a desmentir este rumor hasta quedar sin energía. En plena gira por la Costa bonaerense, sufrió una lesión lumbar. Fue internada de urgencia y luego dejó todo de lado para poder recuperarse en el interior de su hogar en el anonimato y acompañada por su familia.

Internada nuevamente, su salud continuó deteriorándose y los rumores indicaban que se trataba de un cáncer linfático. Si bien nunca hubo datos precisos, lo cierto es que Cris estaba empeorando y estaba en compañía de su madre. Con un tratamiento doloroso y sin resultados positivos, la artista pidió que la dejaran descansar en paz, y así sucedió en el mes de junio de 1999.