En un repaso histórico por los ciclos, personajes y figuras que marcaron un momento de la TV internacional, diario Hoy recuerda la entrega norteamericana protagonizada por un joven Michael Douglas.
La serie Las calles de San Francisco fue ideada y rodada en Estados Unidos con un éxito notable bajo los protagónicos de Michael Douglas y Karl Malden en los año 70.
Lo primero que podía admirarse en las escenas eran los detalles de las casas, la geografía de los edificios, los hogares victorianos, los barrios populares y los movimientos revolucionarios que se gestaron, dejando una impronta estética y simbólica. Así nació la serie, que duró cinco temporadas dentro de la pantalla chica y dio lugar a los crímenes policiales que se mostraban desde la mirada de dos policías con métodos poco convencionales. Para ello eligieron a un reconocido actor de películas de la industria de Hollywood y, por su parte, a otro anónimo que ganó éxito y popularidad al trabajar en la mentada entrega.
La serie fue una responsabilidad de Quinn Martin (Irwin Martin Cohn), que tuvo un éxito continuo gracias a sus apuestas por más de veinte años. Más precisamente, entre los sesenta y los ochenta. Por allí, la serie mostraba las diferencias de opinión en una sociedad atravesada por la guerra de Vietnam, los diferentes cambios en la comunidad y los consumos culturales. De esta manera, la producción giraba en torno a un veterano ya viciado y un oficial formado en una academia y adherido a los cánones de las buenas costumbres. La importancia residía en la relación que mantenían estos dos sujetos y sus formas de trabajo hasta lograr resolver el caso policial que se traían entre manos.
La serie fue un notable éxito, se consagró entre las más vistas de la televisión norteamericana, y el hecho de rodarse en calles con exteriores caros e innovadores fue una fórmula certera que funcionó por cinco años consecutivos, en los que ganó premios y galardones. Además, estaba el relato de diversas investigaciones que mostraban la persecución de los delincuentes, entre los que había terroristas, pedófilos, asesinos en serie y sicarios. Además, se reflejaban temáticas contemporáneas como la discriminación de los inmigrantes y se ponían sobre el tapete en el prime time. También se dejaban ver los actores de la realidad social, como mujeres que eran víctimas de violencia de género, familias disfuncionales, entre otros. La gran notoriedad de este programa ocasionó que Michael Douglas eligiera su carrera en el cine y se fuera del show para comenzar a fundar la productora y dar vida a una serie de películas que lo catapultaron al éxito rotundo. Al llegar a la quinta temporada, la serie llegó a su fin y en el cambio de milenio quisieron reponerla, pero los tiempos y las costumbres de la pantalla chica se habían modificado.