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Entrevista ExclusivaEn diálogo con este multimedio, los integrantes de la productora Félix se expresaron sobre el cortometraje que llevaron a cabo, titulado Corpografías.
07/11/2021 - 00:00hs
La película Corpografías se estrena esta tarde y es por ello que los realizadores reflexionaron sobre este proyecto.
—¿Cómo surge el proyecto?
—El proyecto Corpografías surge cuando el Ministerio de Cultura de Nación convoca a Ayito Cabrón a realizar un documental basado en su trayectoria en la militancia en discapacidad y género. A partir de ese momento, él convoca a la productora local Félix Audiovisuales para dirigir el proceso de guión, producción y posproducción, ya que era importante para él poder construir este proyecto desde la amistad y el compañerismo y puntualmente con esta productora ya existía una relación previa. A partir de allí, se generó una lógica de trabajo nueva para todos, y estamos muy contentos por eso.
—¿Dónde podrá verse?
—Realizaremos una jornada de estreno y debate el domingo 7 en el Centro Cultural La Hormiguera a partir de las 18. Contará con todos los protocolos necesarios para garantizar las medidas de seguridad, higiene y accesibilidad para personas con discapacidad.
A las 19.30 tendrá lugar el debate abierto para intercambiar ideas sobre los ejes importantes que atraviesa al cortometraje que son discapacidad y género. Contaremos con un equipo de intérpretes de lengua de señas argentina brindado por ANDis (Agencia Nacional de Discapacidad).
Es importante aclarar que hay que reservar lugar, ya que se van a hacer varias pasadas para que haya espacio para todos.
—¿Qué opinión les merece la distribución actual de cine?
—Actualmente el cine y el audiovisual están en un nuevo proceso de cambio, como ha tenido en otros momentos de su historia. Las plataformas de streaming y las redes sociales tejieron otro tipo de relación frente al público, donde la autonomía de los espectadores para construir su “filmoteca mental” a veces se ve un poco coartada por la publicidad y la insistencia de las plataformas en ver determinado contenido. ¿Cuántas veces pasa que nos quedamos scrolleando sin fin por no saber qué ver y al final terminamos viendo lo que nos recomienda la plataforma por lo difícil que resulta encontrar otro tipo de contenido? De este proceso de cambio por el que está pasando la cinematografía también resultan otros tipos de intercambios, mucho más pequeños y locales, que retoman estrategias como el boca en boca, el flyer compartido, la proyección en espacios culturales que habilitan la discusión y la posibilidad de repensar el film una vez terminada la proyección. Nosotros como productora apostamos a este tipo de redes, generar audiovisuales colectivos, que se construyen y se visualizan en comunidad, que habitan el territorio y pueden generar un impacto en el ámbito cercano.
—¿Con qué fondos pudieron llevar a cabo la obra?
—Contamos con el apoyo y la financiación del Ministerio de Cultura de la Nación, quienes nos dieron el impulso y la manija para poder filmarlo de la forma que lo esperábamos. También es muy importante destacar que además de la plata, el otro fondo imprescindible fue el trabajo de compañeros. Hubiese sido imposible sin el Colectivo Audiovisual Feminista, el Club Corazones de Retiro que nos facilitó sus instalaciones, o compañeros de trabajo de años.
—¿Qué debilidades y fortalezas se presentaron en el camino?
—La primera y gran fortaleza fue poder trabajar con gente tan diversa, desde el Ministerio, centros culturales, clubes de barrio, colectivos de danza, colectivos de producción audiovisual no hegemónicos. Todos super dispuestos a contar la historia de Ayito, a aprender, a repreguntarse cosas de sí mismos. Fue un proceso de aprendizaje de todas las partes, además de que fue un rodaje realmente muy divertido. En ese sentido nos llevamos varias relaciones lindas y mucho cariño. Lo más complejo fue habitar la discapacidad en la producción. En los rodajes comunes uno se apura, corre y aprovecha cada segundo porque el tiempo es el peor enemigo. En este caso, el proceso de producción y rodaje estuvo diseñado para ser accesible y amable con las personas que trabajaban. Fue un desafío, pero creemos que pudimos hacerlo, por lo que ahora se nos presentan otras formas de hacer y trabajar desde el arte.