Los malos tiempos que azotan a Andrés de York

Tras verse envuelto en un escándalo sexual, el hombre que pertenece a la familia real de Inglaterra está fundido y se va a vivir a Estados Unidos.

Espectáculos

21/03/2023 - 00:00hs

Corría el 2022 cuando el príncipe Andrés de York se vio en un conflicto de tintes internacionales cuando fue acusado de abuso sexual por una joven que fue convocada a un viaje junto a otros famosos. Allí compartió más de una tertulia con Jeffrey Epstein y su clan donde se encontraban personajes célebres, entre ellos el hijo de la reina Isabel. La chica comentó que sufrió más de un encuentro íntimo siendo menor, pero reveló este crimen tras cumplir la mayoría de edad.

Luego de las denuncias más las idas y vueltas en la cárcel, los implicados se concentraron en un acuerdo que se dio en el ámbito de lo privado. Allí dio cuenta de una indemnización suscitada entre estos meses para luego quedar atados a una cláusula que requiere discreción.

La reputación de Andrés está devastada como su ánimo y es por ello que busca empezar desde cero por fuera del raid mediático en que siempre está envuelto debido a que integra la realeza inglesa que, a su vez, está limpiando su imagen. Además, el encargado de administrar su vasta herencia es el futuro rey de Inglaterra, Carlos III, que controla la fortuna y no suele ser muy generoso con su hermano. Es por ello que Andrés está en quiebra y desea que se reparta la suma de 700 millones de euros que dejó Isabel para ser repartida entre los hijos.

Otro de los temores de Andrés radica en la chance de que quizá pierda la propiedad que aún queda en sus manos y que no es otra que la residencia familiar que supo compartir junto a quien fuera su esposa y es madre de sus hijas, Sarah Ferguson. Se trata de un condominio llamado Royal Lodge. Es tal su situación de precariedad que decidió suspender los servicios de las personas que lo ayudan en las tareas cotidianas dentro de la casa. Además, despidió a los oficiales que lo protegían. De esta manera se encuentra solo en su casa a la espera que las autoridades actuales de la corona decidan qué harán con la propiedad.

Por otro lado, cabe recordar que el próximo 6 de mayo Carlos III jurará y asumirá como rey. La “lavada de cara” que tiene la realeza con el futuro monarca casado en segundas nupcias con su amante de siempre, Camila Parker, más la buena gestión que hace su hijo mayor llamado William y su esposa Kate, han traído un manto de calma y nuevas esperanzas para el pueblo británico, que los apoya con fervor. Esto mismo no sucede con Andrés, que ha recibido el notable rechazo de sus coterráneos y aún más desde que es ignorado por su familia de sangre. Ahora el duque de York va a mudarse con rumbo a Estados Unidos para empezar desde cero y, de una forma u otra, seguir los pasos de Harry y Meghan, quienes supieron renunciar a la corona para instalarse en California. Es más, el propio gobierno podría colaborar para que esto sea un hecho en consecuencia y no tendría problema en financiar la rápida mudanza.

Vale destacar que Harry y ­Meghan también salieron disparados de la institución para luego adentrarse en la mediaticidad de Estados Unidos, donde ejercen como productores de contenidos audiovisuales a tiempo completo. Es decir, lanzaron una serie llamada Harry y Meghan, una biografía titulada Spare y una saga de entrevistas donde los famosos dan cuenta de sus problemas existenciales en relación a la salud mental.

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