entrevista exclusiva

Leonardo Sbaraglia: “Cada vez que me llega un personaje le termino encontrando la vuelta para expresarme”

Uno de los actores más talentosos del país es también uno de los más reflexivos y solicitados a la hora de generar producciones en todo el mundo.

Tras el éxito de El gerente, Leonardo Sbaraglia vuelve al cine con Asfixiados, de Luciano Podcaminsky, una propuesta que indaga en cómo las apariencias terminan por hundir a una pareja en lo que, aparentemente, era un idílico fin de semana. Acompañado por Julieta Díaz, Marco Antonio Caponi y Zoe Hochbaum, hablamos con Sbaraglia en exclusiva.

—Estás en un momento de mucho trabajo. ¿Cómo hacés para organizarte y acompañar los proyectos? Vos estás siempre en los ­lanzamientos...

—Bueno, es parte también de la responsabilidad que uno asume, y es importante. Uno entiende el esfuerzo que a veces hay que hacer, pero uno trata, cuando son las presentaciones de las películas, cuando son los estrenos, de acompañar, si se puede, porque hay veces cuando estás rodando, cuando estás haciendo otra película, cuando estás haciendo algo, que no podés. En este caso, quizás me tenía quedado Barcelona, pero vinimos porque, bueno, nos pasaba también un poco en la pandemia, que las cosas se estrenaban, ¿viste? Y yo decía: “¡Uh! Y no nos vemos”. Hay algo de lo presencial que me parece importantísimo, esto sería muy feo si estuviéramos presentándolo a través de no sé dónde o no sé qué, y así, volver a encontrarnos, volver a encontrarnos entre todos, volver a disfrutar, y disfrutar sobre todo el proceso que tuvimos, cómo peleamos la película, cómo la luchamos, y se lograron muchas cosas.

Pero, bueno, estoy cansado, me queda este añito y a finales ya me prometí que me tengo que tomar unas vacaciones largas, porque hace dos años que no puedo descansar. Me fui una semana a Ushuaia con mi hija, en las vacaciones de invierno, pero en el verano no me fui de vacaciones, ni en este verano ni el anterior. En este momento en mi vida me gusta mucho poner el cuerpo en todo, me gusta mucho, estoy valorizando cada vez más eso, el valor además también de la amistad dentro del trabajo, o fuera del trabajo, y eso es también poner el cuerpo, ¿no? Que otros pongan el cuerpo por uno, que uno ponga el cuerpo por otro, en el sentido un poco de lo que hablábamos antes, de poder construir cosas en equipo.

Hay algo también que a mí me pasó pospandémico que me hizo pensar sobre muchas cosas, a mí la pandemia me hizo pensar sobre un montón de cosas, no digo que fue positivo, o que fue negativo, me hizo pensar en un montón de aspectos y recordé cosas que no recordaba hace muchos años, hasta te diría de la infancia, y me parece que para mí fue necesario, porque me ayudó como bajar a la tierra en muchos aspectos. Me parece que hay mucha gente igual, el argentino en sí me parece que es una característica que tenemos, que le ponemos mucho el cuerpo. Ahora vivimos el Mundial, fiate cómo le pusimos el cuerpo, y fue bastante histórico lo que pasó ahí, cinco millones de personas, hay algo ahí que, bueno, que no sé si es necesidad, necesidad de la tierra prometida. Alguien decía que Messi finalmente fue, porque claro, creo que fue como históricamente de las manifestaciones más ­grandes de la historia de la ­humanidad, fue como el recibimiento de los gladiadores, como si hubiese ganado no el Mundial, es como si hubiéramos ganado la ­Tierra, como que venían los marcianos, y Messi logró todo eso que siempre soñamos. Perpetuaron la humanidad.

—Te vimos en roles completamente diferentes en poco tiempo, ¿qué sumaron a tu carrera?

—Con Errante corazón habré expresado algunas cosas mías muy personales que no tienen que ver, quizás ni siquiera con el personaje, pero que las puedo poner ahí. Con El gerente, con este energúmeno de Asfixiados, que no tiene nada que ver conmigo, pero al mismo tiempo vos podés sentir esas energías, las podés sentir y podés acercarte a eso, y eso está buenísimo porque te hace crecer un montón. Yo, por ejemplo, con El gerente me acerqué a mi abuelo, al recuerdo de mi abuelo, lo traje, volví a traer su alma a mi vida. Acá traje el alma de la cantidad de bullies y de turros que uno se ha encontrado en la vida. Esos turros tan argentos, tan menemistas, tan menemato, tan 90.

La elección de los roles 

Antes del estreno de Asfixiados, que este jueves llega a los cines, en los últimos tiempos pudimos ver a Leonardo Sbaraglia en roles tan disímiles entre sí que le permitieron mostrar otros colores interpretativos en los protagónicos de Errante corazón, El gerente, y coprotagónicos como el de Finde o su participación en la apasionante serie Todos mienten. El actor contó también cómo selecciona sus papeles.

—En esto de tanto trabajo que tenés, ¿cómo elegís?

—Yo hace muchos años ya, desde el año 95, que trabajamos con Ramón, hace casi 30 años, somos un buen equipo porque pensamos completamente diferente, o sea, yo no acuerdo en nada. Como que no, viste, es mi amigo, somos amigos, yo soy su amigo también, somos familia, más que amigos, él me acogió en su casa. A partir del 97, 98, íbamos con Lupe para allá y él nos tenía la habitación porque yo les decía que quería trabajar en España y a él le parecía que había ahí mucho potencial. Y bueno, y todo ese paso, que fue un paso importante, a mí me dio más libertad de poder, en principio, y de tener más alternativas, porque además lo de España te da como una cosa que también tiene mucha comunicación de pronto con México, tiene mucha comunicación con otros lados. Es un mercado nuevo, diferente, que además, al mismo tiempo, se compatibiliza y tiene dinámica con el mercado argentino. Y

ahí fuimos, fuimos encontrados, yo no sé, igual nadie tiene la varita mágica, digo, a veces te podés equivocar o puedes agarrar y pensar: “¿Por qué me metí acá?”. Pero, bueno, estando adentro, la peleás como un león, si no, no te rendís, la peleás.

Entonces depende mucho a veces de uno y de la energía que uno le ponga, eso es un montón. Y sobre todo en estos años, lo que a mí me está pasando es que cada vez que me llega un personaje, puede ser lo que sea, es como que le termino encontrando la vuelta para expresarme, para expresar esa parte de uno que sea cual fuera.

Las situaciones que lo asfixiaron

La nueva película de Leonardo Sbaraglia, Asfixiados, habla de cómo un grupo de personajes termina sumergido en sus propias miserias. Le preguntamos al actor algo al respecto.

—¿Qué cosas te asfixian?

—Por suerte, nada. Por suerte. Creo que hay situaciones en las que me pudieron haber asfixiado, sobre todo cuando uno está en una situación en la cual te sentís atrapado por algo, pero a veces uno solo se mete en esa trampa. A veces no. A veces es la vida la que te pone en una trampa en la cual es difícil de salir, o las circunstancias, o la realidad, o la realidad económica. Eso puede pasar, o la realidad emocional de muchas personas, pero, por suerte, en este momento ando bastante tranquilo y suelto. Pero entiendo, lo hablábamos esta mañana, que puede ser una sensación desgraciadamente de mucha gente la de sentirse asfixiado.

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