ENTREVISTA
Marcia Faria: “Tenemos en Brasil y Argentina herencias perversas de la dictadura”
La ópera prima de la realizadora brasileña tiene a Abuelas de Plaza de Mayo como centro del relato.
Marcia Faria es la directora de La Búsqueda de Martina, que ya está en los cines, protagonizada por Mercedes Morán, la conmovedora historia de una abuela que lleva más de treinta años buscando a su nieto, mientras lucha contra el Alzheimer. En esta charla con Faria conocemos más detalles de la película.
—¿Por qué tenés tres actrices argentinas como Mercedes, Cristina Banegas y Adriana Aizemberg en un cast brasileño?
—Es una película que habla de un protagonismo femenino, que habla de esta mujer que es Martina, es una mujer atravesada por una enfermedad, con una fragilidad y una fuerza también muy grande, entonces, Mercedes Morán, que es una actriz maravillosa, una actriz muy talentosa, y que yo tenía ganas de trabajar hace mucho, porque la vi en la cine, La Niña Santa, en Diarios de Motocicletas, y yo tenía ganas que actúe, entonces, le envié el guión, con la esperanza que le gustase. Bueno, y ella aceptó, para mi alegría, y tiene dos personajes muy importantes que hacen, Adriana y Cristina.
—Entonces, ahí es como que forman una red de amistad, las tres, ¿no? Y que es una red de afecto también...
—Esto, para mí, tiene una fuerza muy grande en la narrativa de la historia. Me gustaba que Adriana fuese un poco mayor, que ella venga, que venga a rescatar a Martina, que es más frágil y Cristina aporta ahí una dimensión ética, política muy grande a la peli. Además, que son actrices estupendas. Cómo no trabajar con ellas, son una clase de actuación, las tres.
—¿Cómo fue un poco el origen del proyecto?
—Estamos hablando de memoria, de una persona que pierde la memoria, que va a Brasil para intentar hablar con su nieto antes que se pierda completamente la memoria. Entonces, cuando empezamos ahí a escribir el guión con Gabriela Amaral Almeida, que es la guionista, mi mamá empezó con Alzheimer justo un poco después, hace más de diez años que tiene Alzheimer. Yo la acompaño. El guión también fue un proceso muy largo. Y claro que la experiencia que estaba teniendo con ella se fue agregando a la historia del guión, que fue pasando a tener una dimensión mucho personal también. Entonces, claro que estamos hablando también de la memoria y todo, con una capa política también, porque tenemos Brasil y Argentina con herencias perversas de la dictadura militar. Entonces, la historia servía para hablar de todo esto, del odio, de cómo lidiamos o no lidiamos con las cuestiones de memoria y justicia en nuestros países. Entonces, me pareció bueno hacerlo como un espejo de los dos y entrelazar las historias.