En Luca, a partir de la historia de amistad entre dos niños y su llegada a una tierra “extraña”, se cuenta un momento de la vida de un pueblo italiano, recuperando en imágenes y sonidos su esencia y belleza.
De Colombia para el mundo, Luis Uribe ha tenido la suerte de construir una maratónica carrera que lo ha llevado a trabajar en los estudios más importantes de animación de Hollywood.
Ahora forma parte de Pixar, una de las productoras más destacadas del rubro.
En ella, puso manos a la obra en la reciente Soul, ganadora del Óscar, y acaba de estrenar en Disney+ Luca, de Enrico Casarosa, en donde una vez más pudo brillar con sus diseños. Diario Hoy dialogó en exclusiva para la Argentina con Uribe sobre la película y los desafíos de trabajar en medio de la pandemia imperante de coronavirus.
Uribe siempre soñó con desarrollar su carrera en grandes estudios de animación. Así, luego de estudiar Diseño industrial, comenzó su carrera en su país natal en agencias de publicidad, pero en 2010 logró viajar a Estados Unidos e ingresar a un programa en el estudio Rhythm and Hues en Los Angeles, California.
Participó de los procesos de producción de películas como Hop, Mr. Popper’s penguins y Life of Pi. A los tres años de iniciado ese sueño se embarcó en otro, trabajando para la empresa de George Lucas, Industrial Light and Magic/Lucasfilm. Es en 2015 cuando su carrera despega, ingresando en Pixar.
Desde entonces ha estado detrás de películas populares como Buscando a Dory, Los Increíbles 2, Unidos, Coco, Toy Story 4, Soul y ahora la entrañable Luca.
Transportada al corazón de un pequeño pueblo italiano, Portorosso, Luca es una historia conmovedora acerca de la amistad, la transformación y el poder de animarnos a ir más allá de lo que conocemos.
Casarosa junto a su equipo han logrado un pasaporte mágico hacia un mundo con tintes de nostalgia que conquista al espectador a través de los ojos y los oídos, y el responsable de esa magia es un dream team de realizadores, artistas y técnicos que dio vida a la historia. En ese equipo de ensueño está Uribe.
—Luca es una de las primeras películas que se realizó de manera remota por el contexto de pandemia imperante, ¿cómo cambió para vos esto?
—No cambió mucho porque estamos siempre sentados al frente de la computadora ocho horas en el estudio también, así que fue adaptarnos a no tener la interacción con los otros animadores en persona. Lo más grande fue que para las revisiones, que llamamos day list, revisamos con el director, productores, leads, animadores, las escenas, un foro abierto para que todos opinen sobre las escenas, aprendiendo todos sobre la película un poco más y eso se hizo por Zoom. Claro que ir al lado para conversar algo sobre la película, no es tan espontáneo como si estuviéramos en el estudio. Los sistemas, el programa de animación, ya funcionaba en red, así que solo hubo que conectar los equipos de casa a internet y el equipo técnico se encargó de eso. Soul fue terminada así y Luca toda de manera remota.
—Entonces, venías con el ejercicio de lo remoto, así que eso no cambió tanto, pero sí el relato y los escenarios. ¿Cómo fue el cambio de la ciudad en Soul a estos pasajes de ensueño de la Ribera italiana en Luca?
—Es lo más lindo de estos proyectos, y pasás de un universo al otro, de estar en una cosa y saltar a otro estilo. Es lo más lindo de los proyectos, adaptándote, durante un año y cuando ya estás inmerso salta a otra. Es muy lindo conocer a los personajes, estar sumergidos en él, y luego pasar a otra historia.
—¿Se vive distinto el estreno online en este contexto?
—Es lo más difícil, estoy en San Francisco, hay publicidad, pero no sabes cómo es el impacto que tienen un proyecto, porque antes lo veías en la calle, en las publicidades, en los cines, sí el impacto en redes sociales fue muy grande y ver cómo se relacionan con la película.
—El feedback se percibe en redes sociales y se han apropiado de los personajes y expresiones como “silenzio, Bruno”…
—Yo estoy emocionado por eso y no me imagino cómo estará el director, luego de haber trabajado tanto en su proyecto y los personajes. He visto muchos fan arts pintando a Luca o cómo Giulia fue imaginada como monstruo marino, creo que eso responde a esta realidad.
—En muchos casos en Pixar hay un proceso largo de carrera en donde terminan como directores de sus propias historias. ¿Soñás con ese momento? ¿Tenés alguna idea en esta línea para concretar?
—Por el momento no me interesa dirigir una historia y no me interesa formarme para eso, porque hay que ir por otras líneas, aprender otras cosas. A mí me gusta el camino de los personajes, crear e inventar la actuación, trabajar con un personaje para proponer decisiones de acting, quiero seguir por ahí, tal vez tener alguna posición de liderazgo. Estoy aprendiendo durante todo este tiempo, acercándome a las personas, que cada vez es más interesante por el nivel que hay en el equipo.