Seba Cayre: “La virtualidad sirve para seguir haciendo lazos y prepararse para el futuro próximo”

Oriundo de Pellegrini, Sebastián Cayre es un artista abocado a la música popular que presenta su nuevo material titulado Surero, que remite a los sonidos y melodías netamente de la llanura.

En diálogo con este multimedio, el cantor presentó su disco que lanza en formato digital y el estadío que atraviesa en este momento inusual de la humanidad.

—¿En qué proyectos estás inmerso?

—En este momento, exclusivamente en el lanzamiento del disco Surero. Tiene ocho canciones con ritmos bonaerenses como cifra, milongas, huella y triunfo, por eso como su nombre lo indica, refiere a la música de la llanura de la pampa húmeda.

—¿Qué sensaciones te merece este estadío inusual? ¿Y cómo lo transmitís al arte?

—Son variadas y compartidas. Creo que todos, en cada rubro, viven un momento muy difícil y, en nuestro sector, la situación es crítica porque desde que comenzó la pandemia no hemos podido hacer nuestro trabajo, sobre todo aquellos que vivimos de tocar en vivo. Uno busca de darle una vuelta, de la mejor manera posible. Es decir, tratando de aprovechar el tiempo de encierro para aprender más, informarse, estudiar, porque en definitiva el arte viene de ahí y, cuanto más uno profundiza en la realidad y la problemática o en la vida misma, más claridad, hondura y compromiso tendrá la obra. Eso es lo que a mí me interesa, así que se aprovecha, en la medida que al ánimo lo permite, para garabatear canciones y futuros proyectos.

—¿De qué manera intentan sobrevivir en relación a la carrera y también para permanecer en boga?

—Aprovechando para hacer los trámites que uno siempre deja como registrar obras, cobro de derechos de autor, y aprender más sobre cómo ejercerlos en esta nueva era digital. Además grabando canciones o un disco si se puede, produciendo algo para mantenerse entero anímicamente primero, porque más de un año sin tocar es duro. También se hace circular la música ya que uno no puede moverse utilizando la virtualidad sirve para seguir haciendo lazos y prepararse para el futuro próximo.

—¿Qué podés contarnos sobre la trayectoria realizada?

—Comencé en mi pueblo natal, Pellegrini, jugando y luego se fue tornando más seria hasta que decido venir a estudiar música a La Plata en la Facultad de Bellas Artes. Solo cursé dos años, ya que me dedico al folklore y quería estudiar música popular, que en ese momento no estaba, así que seguí solo, toqué en el grupo Los Duendes, pero en el 2009 decidí largarme como solista y grabé siete discos, incluyendo composiciones mías y de autores contemporáneos.

—¿Cómo te adherís a la lucha cotidiana en las batallas de género?

—Primero asumiéndome como parte del problema, usando el nosotros cuando hablamos de los problemas que trae una sociedad patriarcal, después preguntando, acompañando, aprendiendo, respetando y empatizando, luego todo esto se vuelca en la obra, la canción, el disco, tratando de dejar un buen registro de esta y otras problemáticas, un buen pensamiento, invitando a la reflexión, al cambio. Esa es mi forma de ver el arte.