Matías Rocca: “La propuesta es completar el espacio”
La plataforma de expresión creativa llevó adelante una acción callejera.
El talentoso y popular intérprete se mantiene con un pie aquí y otro en México y España mientras ensaya una obra dirigida por Alejandro Tantanian.
20/06/2024 - 17:12hs
Este domingo llega a TNT, con episodios estreno cada semana, y desde el lunes 24 completa en Flow, Cris Miró (Ella).
Basada en la novela Hembra: Cris Miró. Vivir y morir en un país de machos, de Carlos Sanzol, se inspira en la vida de la icónica vedetteque abrió camino para generaciones.
Con guion de Martín Vatenberg y Lucas Bianchini, y dirigida por Martín Vatenberg en colaboración con Javier Van de Couter, la serie está protagonizada por Mina Serrano en el papel de Cris Miró y cuenta con un gran elenco en el que se destaca Vico D’Alessandro, con quien hablamos en exclusiva.
Cris Miró (Ella) cuenta con las actuaciones estelares, además de Serrano y D’Alessandro, de Katja Alemann, César Bordón, Agustín “Soy Rada” Aristarán, Marcos Montes, Toto Rovito, Manu Fanego, Martín “Campi” Campilongo, Carolina Kopelioff, Alejandro Tantanian y Adabel Guerrero, entre otros. Narran, en ocho episodios de 30 minutos, el derrotero de Miró, desde sus inicios hasta su muerte.
—¿Qué recuerdo tenías de Cris Miró o qué imagen icónica tenías de ella antes de embarcarte en este viaje en la serie?
—Al ser muy chico, tomé mucho archivo. Recuerdo la voz de ella de entrevistas, recuerdo haberla visto en programas populares masivos, pero siempre también, al ser pibe y estar en una época donde todavía cuando la mirabas estaba esa contradicción que te decía, del que es un él, acordate que ella no es así. Era como raro, una dicotomía de opiniones por todos lados y tengo mucha imagen de ella en los programas, en las entrevistas. Bueno, y ahora con el tema de la serie y la investigación que hicimos por los personajes se revive un poco todo eso, pero nunca la conocí en persona.
—¿Qué te pasó cuando viste por primera vez a Mina?
—A mí me pasó en el primer ensayo, que recuerdo que la estaba esperando, yo estaba en la sala con los directores, la referencia de que era altísima, de su presencia física, obviamente, físicamente. Apenas pasa a la sala de ensayo, no terminaba de levantar la cabeza para terminar de verla y me impresionó. Después que era española y escucharla también con el acento argentino, dije, wow acá hay un laburo, hay un compromiso total. Y sobre todo después hay algo muy interesante que me pasaba con ella, que a veces estábamos ensayando y le decía: ¿y eso que tenés puesto es de Cris?Y tenía una cosa muy loca, yo le decía eso y estaba usando ropa de ella, me decía: sí, tengo algunas prendas que son de Cris, y nos quedamos los dos charlando un poco, mirada, la energía que teníamos acá. Está Cris acá, fue muy interesante y me pareció, lo que se va a ver en la serie también, este magnetismo que tiene Mina también, la verdad que irradia eso.
—¿Sentiste algún tipo de presión a la hora de aceptar este desafío de contar esta historia que es tan necesaria?
—Respeto por el material. Cuando me llegó no estaba al tanto de la vida amorosa de Cris, de este novio, su amor, del amor de su vida en algún punto. Por lo menos nosotros también lo estamos contando y es la propuesta que traemos nosotros como actores, la responsabilidad que tenemos de proponer, de encontrar y de ficcionar a algún personaje del cual tomaremos su esencia. Después encontraremos nuestro propio novio de Cris, nuestro propio padre, de la madre, del hermano, hay algo de ese trabajo, lindo y muy sutil. Que por lo menos yo lo encaré de ese lugar y tratando de encontrar esa esencia, como te decía, del novio de Cris, que lo vi bastante en archivos, pero encontrando también mi propio novio de Cris.
—De todo lo que vieron de Cris, ¿qué fue lo que más te impactó? De cómo se la trataba, las preguntas que le seguían haciendo, terribles en la televisión, ¿qué fue lo que más te impactó?
—Las respuestas y sobre todo esa seguridad que ella sabía muy bien lo que estaba haciendo y cómo se plantaba. La podías mover de cualquier lugar a otro que iba a seguir siempre en su eje, con la cabeza bien llena de convicciones a donde quería ir. Y, sobre todo, de verdad parecía como que viajó en el tiempo, tomó el cuerpo de Cris y hablaba contándonos la manera de relacionarnos, de autopercibirnos y respetarnos el uno al otro. Entonces es fuerte ver una persona que se sienta y tenga esa altura a la hora de contestar en esa época. Porque es verdad, no había filtros a la hora de preguntarle cosas, no había filtros a la hora de pegarle o llevarla a la ironía, era muy fácil caer en el enojo y ella me parece que tenía la altura de no hacerlo.