12 de Mayo: Día Internacional de la Enfermería

Se celebra en homenaje al nacimiento de Florence Nightingale, la escritora y estadista inglesa, precursora de la enfermería profesional moderna.

Hace más de un año que necesitamos abrazos, cuidados, gestos, besos y expresiones de afecto y cariño. La pandemia nos cambió a casi todos, en lo emocional, lo profesional y hasta en nuestra forma de vivir y percibir la vida.

Este es un día especial para ellos, los enfermeros, que trabajan incansablemente desde que el SARS-CoV-2 llegó a nuestras vidas.

Hoy, se celebra en el mundo entero el Día Internacional de la Enfermería. Sin dudas, es una de las profesiones más expuestas frente a la crisis epidemiológica global, con mayor desgaste físico y mental, y que también implica máxima entrega y mucho corazón.

Se los llama trabajadores esenciales, junto con el resto del personal de salud que asiste y da su aporte día a día y sin descanso alguno. Son solidarios porque eligen ayudar al otro sin condiciones, cuidarlo aun cuando -en ocasiones- ningún familiar acompaña a un paciente: los sostienen, lo observan, lo cuidan y le dan aliento.

De acuerdo con cifras arrojadas por el Sistema de Información Sanitario Argentino (SISA), que depende del Ministerio de Salud de la Nación, actualmente existen 179.170 enfermeros matriculados. De ese total, 19.730 son licenciados, 73.373 son técnicos y 86.073, auxiliares.

Hace 201 años, nacía Florence Nightingale, una enfermera, escritora y estadista inglesa que dedicó su vida a cuidar a los enfermos y más necesitados. Esta mujer fue la precursora de la enfermería profesional moderna. Su idea principal era que toda mujer debía recibir formación para poder cuidar de un enfermo y que las enfermeras que proporcionan una atención sanitaria preventiva necesitan una formación aún más amplia. Para ella, estas profesionales debían ser excelentes observadoras de los pacientes y todo su entorno.

Nightingale creía que los entornos saludables eran necesarios para aplicar los cuidados de enfermería. Su teoría sobre los 5 elementos esenciales (aire puro, agua potable, eliminación de aguas residuales, higiene y luz) se considera tan indispensable en la actualidad como hace 150 años. Aunque Florence nunca utilizó específicamente el término entorno en sus escritos, definió y describió estos conceptos básicos: ventilación, iluminación, temperatura, dieta, higiene y ruido, que integran un ambiente positivo y beneficioso.

Esta destacada enfermera -conocida por ser la primera teórica en el área- también desarrolló una teoría basada en el ambiente médico idóneo, así como expuso los cuidados adecuados que deben tener las enfermeras con sus pacientes. Para ella, la primera mujer admitida en la Royal Statistical Society británica y miembro honorario de la American Statistical Association, la relación enfermería-salud requiere de la educación formal y práctica, centrada en la prevención de enfermedades, mientras que la enfermería requiere de una educación científica para el cuidado del paciente.

Su mayor contribución fue durante la guerra de Crimea (1853-1856), que se convirtió en su objetivo central a partir de la llegada a Gran Bretaña de los reportes acerca de las terribles condiciones de los heridos. Sidney Herbert, al frente de la Secretaría de Guerra en el gobierno de lord Aberdeen y al tanto de los problemas sanitarios del ejército británico, posibilitó el traslado de Nightingale y un grupo de enfermeras a la zona de conflicto. El 21 de octubre de 1854, ella y un equipo de 38 enfermeras voluntarias partieron hacia el Imperio Otomano.

Allí, se encontraron con que los soldados heridos recibían tratamientos totalmente inadecuados por parte del sobrecargado equipo médico, mientras que la oficialidad era indiferente a esta situación. Los suministros médicos escaseaban, la higiene era pésima y las infecciones comunes, en muchos caso, fatales. No se contaba con equipamiento apropiado para procesar los alimentos para los pacientes. A principios del siglo XX, se destacó que la gestión de Nightingale redujo el índice de mortalidad del 42% al 2% a través de mejoras en la higiene o reclamando a la Comisión Sanitaria.

Durante la guerra, ella no reconoció que la falta de higiene era una de las causas principales de muerte, creyendo que el elevado índice de mortalidad de los soldados se debía a la mala nutrición, a la falta de suministros médicos y al agotamiento extremo de los hombres. Sin embargo, al regresar a Londres, comenzó a reunir pruebas para la Comisión Real para la Salud en el Ejército a fin de sustentar su posición de que los soldados fallecían a causa de las deplorables condiciones de vida en el hospital.

Esta experiencia influyó decisivamente en su carrera posterior, llevándola a abogar por la importancia de mejorar las condiciones sanitarias hospitalarias. En consecuencia, ayudó a reducir las muertes en el ejército durante tiempos de paz y promovió el correcto diseño sanitario de los centros de salud públicos.

Nightingale también se encargó de llevar a cabo reformas sociales, como la mejora de la atención sanitaria en toda la sociedad británica, la ampliación de las formas aceptables de participación femenina en la fuerza de trabajo y la abolición de las duras leyes de prostitución.

En homenaje a Nightingale, 2020 ha sido declarado “Año de la Enfermería y Partería”, a 200 años de su nacimiento. La Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Consejo Internacional de Enfermería (CIE) lanzaron la campaña “Nursing Now”, cuyo objetivo es promover el fortalecimiento de la profesión de enfermería en el mundo.