Hermida, junto con los máximos representantes locales del rubro de aguas y sodas envasadas en botellas y sifones, advierte irregularidades en la comercialización de diferentes marcas.
Desde chicos aprendemos que el agua es un elemento fundamental para la supervivencia de todos los seres vivos. Sin embargo, para ser apta para consumo humano debe cumplir ciertos parámetros, por ejemplo, la inocuidad; es decir, no contener microorganismos ni tóxicos que puedan afectar a la salud.
Según el Código Alimentario Argentino, “se entiende por agua de bebida envasada o agua potabilizada envasada a un agua de origen subterráneo o proveniente de un abastecimiento público, que se comercialice envasada en botellas, contenedores u otros envases adecuados, provistos de la rotulación reglamentaria y que cumpla con las exigencias del presente artículo”.
No obstante, Hermida, junto con los máximos representantes locales del rubro de aguas y sodas envasadas en botellas y sifones, advierte que en la ciudad se comercializan diferentes marcas sin los controles pertinentes. Algunas, con nombres de fantasía, no cumplen siquiera con los controles bromatológicos, ni con el rotulado.
Por otro lado, algunos “emprendedores” reparten sus productos en vehículos particulares que no cuentan con las habilitaciones correspondientes. Además, generalmente, los choferes carecen de libretas sanitarias actualizadas que acrediten la capacitación en manipulación de alimentos y el cumplimento de las normas de higiene y seguridad.
“Muchas veces, lo que sucede es que exrepartidores de empresas locales se hacen pasar por empleados de las mismas, incluso, hasta utilizando su indumentaria. De esa manera, ponen en riesgo al consumidor y a sus familias”, consignaron en un comunicado las principales distribuidoras platenses de agua y soda.
Otra cuestión a tener en cuenta es el tema de los envases. Gente inescrupulosa rellena botellas o sifones de otros proveedores, obtenidos en el mercado negro, para simular que cumplen con toda la reglamentación.
En tanto, algunas otras marcas exhiben controles de laboratorios privados que tampoco son válidos, ya que las certificaciones deben ser otorgadas por organismos del Estado.
Entre otras de las contravenciones, algunas compañías ilegales rellenan sus envases en un predio de Los Hornos. Este hecho es vox populi, y, en el ambiente, los trabajadores de la soda y el agua conocen al dueño por su apodo que refiere a un país de Europa Occidental.
Por lo expuesto, se recomienda a la gente que, antes de poner en riesgo su salud y la de sus seres queridos, observe el lugar de envasado, la habilitación municipal y el registro de la marca, y que siga confiando en aquellas empresas que tienen trayectoria y buena reputación en toda la ciudad de La Plata.