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Con el objetivo de resguardar el patrimonio histórico y arquitectónico de la ciudad, un grupo de vecinos puso manos a la obra para salvaguardar los emblemáticos edificios.
31/10/2021 - 00:00hs
No es novedoso decir que La Plata tiene una muy rica historia social, política, cultural y arquitectónica, pero con el paso del tiempo esa riqueza se pone en peligro por diversas razones. En este contexto, nació y sigue creciendo una red de “casas antiguas” con el objetivo de preservarlas y combinarlas con la modernidad de la ciudad.
De la mano de vecinos dueños de casas patrimoniales, nació la idea de formar una red para poder tener una voz formal que pueda expresarse en relación a cuestiones que puedan afectar las casas y, a la vez, tejer unidad para salvaguardar la historia de cada una. Se trata de un espacio de propuestas que intenta articularse con otros actores y con los gobiernos.
“Hablamos de casas que, por sus años, requieren un mantenimiento y preservación particular, que tienen algunos elementos vinculados con la historia de la ciudad, la arquitectura y los hechos que pudieron haber ocurrido”, dijo a diario Hoy, Pablo Morosi, uno de los integrantes de la red.
En La Plata, en 2006 se hizo un catálogo de casas patrimoniales, pero estaba particularmente ligado a lo arquitectónico y quedaron afuera otras tantas en las que vivieron personalidades importantes o donde ocurrieron hechos significativos para la ciudad.
“Las primeras conversaciones surgen de casas que tenían alguna apertura al público. Estábamos interconectados por tener actividades con la comunidad, pero la pandemia nos impidió seguir abriendo y nunca fuimos considerados como un sector de la vida de la ciudad; nadie nos llamó para preguntar si necesitábamos algo. Ahí empezamos a reflexionar que no hay una voz constituida para decir lo que nos parece, generar propuestas o actividades”, marcó Morosi.
Según especificó, la preocupación crece porque las casas no tienen ningún instrumento de protección efectivo y no hay planes oficiales al respecto desde hace muchos años. Hace un tiempo, se marcó que todas las casas anteriores a 1930 no necesitaban estar en el catálogo porque están protegidas, pero queda en palabras. “Considero que tiene que haber una política para ayudar a mantener esas casas si el propietario no pudiera”, marcó Morosi. Asimismo, para él es muy “loco” que no se discuta la idea de una ciudad donde el pasado pueda dialogar con el presente en lugar de que uno tape al otro.
¿Qué hace falta para formar parte de este grupo?
El propietario explicó que se trata de una convocatoria que está abierta y dirigida a dueños de casas antiguas, patrimoniales y con historia; gente que quizás la alquila como comercio e instituciones que estén funcionando en estas construcciones. También se incluye a inquilinos a los que les interese la problemática y a espacios culturales que funcionen en esas estructuras.
“Quizás no están en el catálogo, pero si la quieren preservar, bienvenido sea, la idea es generar una organización que sea propositiva, poder decir lo que nos parece en lo que ocurra en relación a las casas y articular redes. Cuando se cae una casa no es solo lo material lo que se va, sino parte de la historia de la ciudad”, concluyó.