Asteroides: entre la fascinación, el peligro y la conciencia

Con actividades replicadas en el Planetario local, el mundo celebró por primera vez a estos cuerpos celestes. Los especialistas advirtieron sobre la necesidad de predecir posibles impactos

Los asteroides son residuos rocosos repartidos por nuestro Sistema Solar. Aún hoy, las órbitas de más de un millón de estos cuerpos celestes no han podido ser determinadas por los expertos. Entonces, estudiarlos es importante para “tener un análisis detallado y llevar el seguimiento de aquellos que están más cercanos a la Tierra para poder determinar si son potenciales impactores”, según explicó Gonzalo de Elía, investigador adjunto del Conicet en el Instituto de Astrofísica de La Plata (IALP, Conicet - UNLP).

Ayer, por primera vez, se celebró a nivel mundial el Día Internacional de los Asteroides, por una iniciativa de la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU), con el objetivo de sensibilizar a la opinión pública acerca de los riesgos que implicaría el impacto de estos cuerpos contra la Tierra. La fecha no fue elegida al azar, sino que recuerda el impacto que tuvo lugar en la región de Tunguska, en Siberia, Rusia, el 30 de junio de 1908. “En aquel evento, un objeto de aproximadamente 60 metros de diámetro detonó en la capa inferior de la atmósfera, derribando e incendiando árboles en una gran área de bosques”, contó Romina Di Sisto, investigadora adjunta del Conicet en el IALP y principal expositora de las actividades locales que ayer organizó el Planetario local, a cargo de Diego Bagú. 

“Cada un millón de años se puede esperar el impacto de un asteroide de un kilómetro de diámetro, que provocaría grandes devastaciones y, cada 100 millones de años el de uno que ronde los diez kilómetros de diámetro. Algo así probablemente provocó la extinción de los dinosaurios”, agregó.

Aunque “chocan con la Tierra todo el tiempo y regularmente se detectan explosiones producidas por pequeños objetos que impactan contra la atmósfera superior”, la experta trajo algo de tranquilidad: “Son hechos comunes y ordinarios. Es razonable esperar que un cuerpo de aproximadamente cuatro metros de diámetro ingrese en la atmósfera una vez por año”.

En el Sistema Solar orbitan asteroides que fueron bautizados con los nombres de personalidades que no necesariamente pertenecen a la comunidad científica. Es así que existe el denominado Elvis, en homenaje al cantante estadounidense Elvis Presley, o los conocidos como Lennon, McCartney y Harrison, por tres de los míticos integrantes de The Beatles. Además, hay cinco que recuerdan a Eva Perón – como Evita, Abanderada y Descamisada, por ejemplo –, y uno que inmortalizó a la estudiante de la Facultad de Ciencias Astronómicas y Geofísicas de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) Ana Teresa Diego, desaparecida durante la última Dictadura cívico-militar. También los mencionados de Elía y Di Sisto sirvieron para bautizar cuerpos celestes que inmortalizarán sus avances en la materia.

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