cultura
Avistamiento de ovnis en La Plata
Ya en el siglo diecinueve hay registro de presuntas naves interplanetarias surcando el cielo platense. Desde entonces, cíclicamente, se informa sobre objetos voladores no identificados.
Hasta la fecha no hay un reporte observacional o experimental que ofrezca evidencia de vida fuera de la Tierra. Sin embargo, los Ovnis y la posibilidad de que exista vida extraterrestre han ocupado un importante papel en la historia de nuestra ciudad. Los avistamientos de luces y señales sobre el césped o el cielo supieron colocar a La Plata como un lugar de debate sobre el fenómeno en el país.
El 21 de enero de 1887 los diarios platenses anunciaron el avistamiento de un cometa: “A las 9 p.m.- se decía- ya se lo puede ver. La cola es de gran extensión, aunque algo pálida, se asemeja mucho al que apareció hace veinte años, aun cuando no podríamos decir con fundamentos que fuese el mismo. Aparece hacia el sur y es visible hasta después de medianoche”. Otro periódico informaba: “El primero que vio el cometa fue un vasco lechero, una madrugada viniendo de Lanús. Una vieja de Luján lo descubrió hace ocho días, es decir, antes que nuestro observatorio, y que el de Córdoba, que, como no se meten los cometas dentro de una torre, no ven nada”.
Desde esa fecha hasta el presente han pasado casi 140 años, sin embargo el misterio de visitantes de otros planetas sigue ocupando un lugar de importancia en el imaginario de los platenses. En mayo del año pasado, un grupo de ciclistas publicó en las redes sociales un video que pronto se viralizó en el que se veían dos “bolas de fuego” suspendidas en el aire durante cerca de cinco minutos. El fenómeno pudo verse a eso de las 22 hs. y fue documentado en el camino que une Villa Elisa con Punta Lara.
Entre aquellos iniciales avistamientos del siglo diecinueve y los registros visuales del siglo pasado, fueron muchos los testimonios que, con distinto grado de veracidad, pusieron en el foco la presencia de naves extraterrestres en los cielos de nuestra ciudad. Apenas a pocos días de que el piloto privado Arnold Kenneth, mientras buscaba una aeronave militar extraviada, contemplara el 24 de junio de 1947 nueve objetos inusuales volando en cadena en las cercanías de Washington; un grupo de vecinos del Parque San Martin de nuestra ciudad, aseguraba haber visto un fenómeno similar. Denuncias similares se produjeron casi simultáneamente en Mar del Plata, Dolores y Balcarce. El 8 de abril de 2017, se puso una plaqueta fijada a un árbol del Parque ahora rebautizado como Vucetich, en la que se lee: “Reconocimiento al sitio donde ocurrió el 1º caso argentino de la era contemporánea O.V.N.I., el 19 de julio de 1947”.
Ray Bradbury estaba convencido no solo de que había vida en otros planetas sino de que el ser humano contaría, en un tiempo no lejano, con la tecnología necesaria para explorar distintos planetas para afincarse allí. Esas posibilidades fueron contadas con una belleza hipnótica en el libro Crónicas marcianas. Según Jorge Luis Borges, en un prólogo que escribió para una edición en español de esa obra: “Los marcianos, que al principio del libro son espantosos, merecen su piedad cuando la aniquilación los alcanza. Vencen los hombres y el autor no se alegra de su victoria. Anuncia con tristeza y con desengaño la futura expansión del linaje humano sobre el Planeta Rojo —que su profecía nos revela como un desierto de vaga arena azul, con ruinas de ciudades ajedrezadas y ocasos amarillos y antiguos barcos para andar por la arena”.
Por su parte, Stephen Hawking , advirtió sobre el peligro de que llegaran a nuestro planeta civilizaciones extraterrestres hostiles. En la serie documental El universo de Stephen Hawking, el sabio deslizó la siguiente sospecha: “Unos extraterrestres tan avanzados podrían convertirse en nómadas que intentarían conquistar y colonizar cualquier planeta que pudieran alcanzar.¿Quién sabe cuáles serán los límites?”. Llegó a comparar al encuentro con los extraterrestres con los efectos de la conquista de América: “Encontrarnos con una civilización avanzada podría ser como cuando los nativos americanos se encontraron con Colón. No salió precisamente bien”. Seguramente ese fantasma aparece pavorosamente en la imaginación de los platenses cada vez que escuchan un rumor de que podría haber alienígenas acechando desde el cielo de su propia ciudad.