Brigadas sanitarias de la UNLP le hacen frente al virus en los barrios
Los voluntarios formados en la UNLP que tomaron el nombre de Ramona Medina, en homenaje a la militante popular fallecida por coronavirus, hablaron de la difícil situación de los barrios periféricos.
Las brigadas sanitarias son hijas de la emergencia. Nacieron hacia finales de marzo a partir de la convocatoria de la Secretaría de Extensión de la Facultad de Ciencias Exactas de la UNLP y la integran alrededor de 450 personas, entre estudiantes, docentes, no docentes, investigadores y graduados de la universidad.
En diálogo con diario Hoy, el secretario de Extensión de la Facultad, Guido Mastrantonio, contó que el objetivo fue formar equipos de trabajo que estuvieran a disposición para hacerle frente a lo que se venía.
Desde el comienzo, de acuerdo a la prioridad de las distintas etapas del aislamiento social, preventivo y obligatorio, las tareas de las brigadas pasaron por la elaboración de alcohol en gel y otros sanitizantes; el asesoramiento sobre la confección de elementos de protección personal y el trabajo en territorio. El programa, en principio, arrancó acompañando la campaña de vacunación de influenza para adultos.
Por estos días, la actividad principal de las Brigadas es el relevamiento sanitario epidemiológico y territorial en barrios periféricos, que puntualmente consiste en ir a buscar los casos sospechosos de coronavirus.
Pero lejos de una fría encuesta “el trabajo de los brigadistas es prestar el oído para la contención, la educación para la salud y la transmisión de medidas de comportamiento frente a esta pandemia” sostuvo Mastrantonio, y agregó: “Una jornada golpeamos la puerta de una familia que nos contó que el aislamiento lo hacían estrictamente, sin siquiera salir al patio de su casa. En la charla pudimos trabajar sobre ese tema y desde ese día esa familia salió al patio con sus hijos. Este episodio nos muestra el grado de compromiso, de solidaridad de esta familia con la comunidad”.
Mastrantonio también contó a diario Hoy que las Brigadas sanitarias Ramona Medina trabajan en articulación con las autoridades provinciales y esperan ser escuchados por el gobierno local: “Nos preocupa mucho la falta de interés por parte de las autoridades municipales de interactuar, no sólo con nuestra tarea, sino en general, con las tareas que están desarrollando organizaciones sociales. Que se están ocupando de las problemáticas de salud en los barrios populares, los más vulnerables en este contexto. Hemos intentado algún tipo de articulación con el municipio y no hemos tenido éxito”.
Consultado sobre el miedo al contagio, Mastrantonio explicó: “Los brigadistas salen a la calle con herramientas, con lo que resuelven buena parte del miedo al contagio. El miedo al contagio surge de la ignorancia, y el virus es un fenómeno natural. Hay que abordarlo desde el conocimiento. No es algo mágico que nos ataca de maneras desconocidas. Es un ente biológico que puede racionalizarse. No hay una actitud heroica de los brigadistas que salen al peligro, hay una actitud que tiene que ver con su formación profesional, que encara un peligro con las herramientas necesarias para minimizar un riesgos”.