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culturaSe ubican en Mendoza y representan un verdadero paraíso en la Argentina. Destacan que es una de las zonas naturales más ricas del país.
10/03/2022 - 00:00hs
Las cavernas del valle de Poti Malal en Mendoza representan un verdadero paraíso en la Tierra y, por suerte, se ubican en nuestro país, que no deja de sorprender con la magia de su naturaleza.
Según los expertos, esta región, ubicada a solo 100 kilómetros de Malargüe, una de las ciudades mendocinas más destacadas, es una de las zonas de “mayor riqueza natural” del país.
Se trata de unas 11 cavernas al borde la cordillera, que se extiende sobre más de 25 kilómetros de largo. Allí hay lagos subterráneos que con agua de un color que no deja de sorprender por la profundidad del turquesa y donde solo los más valientes acceden.
Por todo esto es que desde la Federación Argentina de Espeleología y sectores de la sociedad interesados buscan que se declare a estas cavernas como área protegida, no solo por su valor natural, sino también histórico y geográfico.
“Todavía quedan muchas de estas joyas naturales de yeso del período jurásico por descubrir”, manifestó Carlos Benedetto, presidente de la Federación.
Como las cavernas guardan información sobre el pasado de la Tierra, el experto señaló que en el interior de estas misteriosos recovecos descubrieron “que hay distintas cavernas de tipo cárstico, que son macizos de roca atravesadas por el agua, que están interconectadas y esto puede ser muy importante para estudiar cómo era el clima en el pasado”.
Para la Federación, el mayor hallazgo se dio en una de estas cavernas que conecta por el trayecto de 25 kilómetros el calle con las lagunas verdes. Según el relato de MDZ, “los lagos subterráneos, con agua cristalina, forman parte de las particularidades de esta porción única del territorio provincial”.
“Es agua a la que no le llega la luz. Es una zona afótica en la que no hay vida. Por lo tanto, podemos decir que el ambiente cavernario es sumamente estable, aunque entre el material de los lagos esté presente el yeso”, detalló Benedetto.
Asimismo, desde la entidad creen que el 90 % del patrimonio espeleológico argentino se ubica allí y que este “es más importante que el arqueológico y el paleontológico”.
“Lo que se está solicitando es que el valle de Poti Malal sea declarado como área natural protegida, de manera que su diversidad y valor se preserve y quede exento del impacto humano. Por ahora los puesteros de la zona hacen las veces de guardianes del parque. Por eso también pedimos que ellos logren mayor participación en las decisiones finales y se les respete su derecho de acceder a las escrituras de las tierras”, marcó Benedetto.
Hasta ahora, la provincia de Mendoza cuenta con 19 áreas protegidas entre las que se destacan el parque provincial Aconcagua; la reserva privada Villavicencio; la reserva natural Bosques Telteca; el monumento natural Puente del Inca, y las vías panorámicas Casuchas del Rey.