Este proceso implica administrar sustancias sobre la víctima para dejarla vulnerable y que no se pueda defender ante robos o violaciones.
Desde la Defensoría del Pueblo bonaerense buscan prevenir y erradicar la estrategia de la sumisión química como método para cometer delitos. Este proceso implica administrar sustancias sobre la víctima para dejarla vulnerable y que no se pueda defender ante robos o violaciones.
“Pese a que en distintos países se ha avanzado en políticas públicas de abordaje y prevención, en la Argentina es todo incipiente. Es más, la SQ carece de una denominación y no es mencionada y discriminada en la estadística criminal nacional”, explicó Walter Martello, Defensor del Pueblo Adjunto. Por eso, desde el Observatorio de Adicciones y Consumos Problemáticos de la Defensoría redactaron una cartilla informativa para dar visibilidad al problema y así advertir a las y los jóvenes sobre los riesgos de este tipo de prácticas.
En ese sentido, enfatizaron que si bien la principal sustancia utilizada en estos casos es el alcohol, no es la única y existen más de 50 drogas que pueden ser utilizadas con este propósito.
“Las recomendaciones de las políticas públicas a implementar incluyen la perspectiva de género, teniendo en cuenta que, precisamente, son las mujeres quienes tienen mucho más riesgo de ser las víctimas”, sostuvo.
Además, una de las principales propuestas es informar y capacitar al personal judicial, policial, médico y forense sobre las características de la sumisión química, como también implementar un protocolo de actuación homogéneo y normalizado de tratamiento de posibles víctimas de este delito.