La UNLP participa en la búsqueda de enterramientos clandestinos en Campo de Mayo

En diálogo con diario Hoy, Daniel del Cogliano, responsable del equipo de la Facultad de Ciencias Astronómicas y Geofísicas, contó detalles de la tecnología implementada.

Esta semana, un equipo de trabajo de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) comenzó su participación en un proyecto que busca probar si existieron enterramientos clandestinos en Campo de Mayo durante la última dictadura militar. Convocado por el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), el astrónomo Daniel del Cogliano no dudó en colaborar con la iniciativa. “Es un honor estar participando en este trabajo”, reconoció a diario Hoy, a la vez que reafirmó su compromiso con las causas de los derechos humanos. “En lo personal, estoy en el final de mi carrera como docente e investigador, y es un honor y un privilegio” ser parte de esta búsqueda.

Por primera vez, el lunes pasado un avión sobrevoló la mayor guarnición del país, donde funcionaron al menos cuatro centros clandestinos de detención. Con el objetivo de tomar imágenes, la misión utilizó el equipo de escaneo terrestre Lidar aéreo, nunca antes usado para delitos de lesa humanidad.

“Se trata de un instrumento que emite pulsos de luz láser que llegan hasta la superficie de la tierra y se reflejan en el primer objeto que encuentran: la tierra, la hoja de un árbol o un ladrillo.
El sistema es capaz de calcular distancias y coordenadas espaciales: latitud, longitud y altura. Concretamente, es un sistema óptico que barre la superficie esca-neada. En un proceso posterior se filtra la información y se analizan eventuales anomalías en el terreno”, detalló para este multimedio Daniel del Cogliano.

“Estamos buscando cosas de hace muchos años; entonces, no vamos a ver remoción de tierra, vamos a ver lo que quedó de esa remoción. Pueden aparecer depresiones o protuberancias u otro comportamiento del terreno”, dijo quien lidera el equipo de expertos de la UNLP. Además, hizo énfasis en que el sistema no penetra la tierra, sino que la luz láser “simplemente pasa por los espacios. Siempre hay espacios incluso entre las hojas de los árboles. Campo de Mayo es una zona de mucho bosque, por eso es fundamental la aplicación de esta tecnología”.

Resultados preliminares

Del Cogliano reveló que el trabajo no arrojará novedades en lo inmediato y que el escaneo solo es una parte del proceso. Por eso, una vez cumplida la labor, todo el material recabado será sometido a análisis. “Lo que vamos a saber dentro de tres o cuatro meses es si hay o no zonas sospechosas. Luego, esas zonas serán evaluadas por el Equipo Argentino de Antropología Forense con todo otro conjunto de información que ellos disponen para determinar si tiene sentido que sean investigadas. O si se justifica llegar a una excavación”, contó.

La búsqueda de enterramientos clandestinos en Campo de Mayo es un reclamo histórico de los organismos de derechos humanos: el sitio fue uno de los mayores campos de concentración de la dictadura, por donde se estima que pasaron 5.000 detenidos-desaparecidos. De obtener buenos resultados, la tecnología que se aplica en esta búsqueda de la verdad podría también usarse en terrenos de Santa Fe, Córdoba y Tucumán.

En 2016, el equipo liderado por Daniel del Cogliano trabajó en un proyecto en El Shincal de Quimivil, un sitio arqueológico en Catamarca, junto a arqueólogos y antropólogos de la UNLP. “Allí obtuvimos resultados espectaculares, ya que, siguiendo la hipótesis que tenían los arqueólogos, pudimos encontrar más de diez ruinas que estaban ocultas debajo de la vegetación”, contó.
Este antecedente, además del relevamiento de la zona de calabozos de la ex Comisaría 5° de La Plata, llamó la atención del EAAF, que finalmente terminaría por convocar a la UNLP.

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