Este jueves el Estado nacional firmará el primer acuerdo de solución amistosa ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en un caso de violencia por motivos de género.
Este jueves el Estado nacional firmará el primer acuerdo de solución amistosa ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en un caso de violencia por motivos de género. Se trata de una medida de reparación y pedido de disculpas por las violaciones de derechos
que sufrieron Ivana Rosales y sus hijas, Abril y Mayka.
El
acto que se llevará a cabo en la ex ESMA en donde estarán presentes la ministra
de las Mujeres, Géneros y Diversidad, Elizabeth Gómez Alcorta; el secretario de
Derechos Humanos, Horacio Pietragalla Corti, y autoridades de la provincia de
Neuquén, lugar donde ocurrieron los hechos.
El acuerdo que se firmará incluye los siguientes puntos: Compromiso de realizar
acciones concretas dirigidas a fortalecer el acceso a la justicia; medidas para
asegurar la efectiva implementación de programas de atención y acompañamiento
integral a personas en situación de violencia por motivos de género; políticas
para robustecer los dispositivos territoriales de atención, capacitaciones y
sensibilizaciones sobre la temática; políticas de gestión de la información que
permitan contar con datos fiables, Implementación de políticas públicas
orientadas a prevenir hechos de violencia, entre otras; efectiva implementación
del Estado Nacional del Plan Nacional de Acción contra las Violencias por
Motivos de Género 2020-2022.
El
caso
El
18 de abril de 2002 Mario Edgardo Garoglio ahorcó a Ivana Rosales hasta que la
creyó muerta y la metió en el baúl de su auto. Al escucharla gritar, detuvo el
auto y la golpeo con piedras en la cabeza en un segundo intento de homicidio.
Garoglio se entregó a la comisaria y la policía encontró a Ivana con vida, luego de 45 días internada logro sobreponerse al ataque.
En
el juicio el fiscal titular a cargo de la instrucción tipificó la conducta como
homicidio calificado por el vínculo en grado de tentativa, entendiendo “que el
accionar de Garoglio estaba dirigido en forma unívoca a causar la muerte de
Rosales”. Pero en el momento de los alegatos, pidió un atenuante por
circunstancias extraordinarias, es decir que para el fiscal Ivana se lo buscó.
Garoglio fue condenado a 5 años de prisión pero cuando la
sentencia estuvo firme se fugó. La causa prescribió y nunca cumplió la condena.
Por otro lado, las hijas Mayka y Abril fueron obligadas a
vincularse con el padre. En ese periodo, Garoglio abusó de ellas. Fue condenado
por abuso sexual y por falta de pago de alimentos, y cumplió su pena en un
centro penitenciario.
En el 2012, Mayka se suicidó. El 6 de septiembre de 2017 Ivana
Rosales falleció, estando embarazada, debido a un ataque epiléptico originado
por las gravísimas lesiones de las golpizas que le dio Garoglio la noche del 18
de abril de 2002.