San Carlos: se metieron por el patio y les robaron una moto
El rodado no tenía puesta la chapa, pero sí tenía la caja pizzera, debido a que era utilizada como una fuente laboral.
El desarrollo del Instituto Nacional de Tecnología Industrial ya recibió la autorización del Ministerio de Salud bonaerense.
11/09/2020 - 00:00hs
Los test olfativos no son una novedad en el mundo. Sin embargo, el “Olfatest” desarrollado por el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), que sirve para detectar una sintomatología asociada al Covid-19 como la pérdida del olfato, es mucho más barato que cualquier otro. El prototipo estuvo listo en cinco meses, después de un proceso que se dilató debido a los tiempos que impuso la pandemia y que incluyó pruebas, compra de insumos, tiempos de entrega y autorizaciones.
Fernando Pino, jefe del departamento de Vida útil y Análisis sensorial del INTI, explicó a diario Hoy: “Al ser un desarrollo local y usar materias primas nacionales, el test es más económico que otros. Además, si bien no se trata de algo original porque ya existía, lo adaptamos a las necesidades del contexto y a la economía del país. Adaptamos, además, los olores que utilizamos a la población argentina”.
El kit contiene 6 goteros con 6 esencias y varias tiras olfativas, unas 2.400 en total, que son las mismas que utilizan las perfumerías para las muestras de fragancias. El kit se completa con un cuestionario cuya “finalidad es profundizar en el caso.
Es decir, si se detecta la pérdida de olfato, el cuestionario tiene una serie de preguntas para confirmar si efectivamente la pérdida de olfato manifestada puede tener relación con el coronavirus”, explicó Pino. En este sentido, el experto aclaró que este síntoma muchas veces se debe a afecciones respiratorias y no sólo es sinónimo de un caso positivo de la enfermedad.
En tanto, el kit sirve para realizar entre 500 y 1000 pruebas, de acuerdo a la cantidad de tiras que insuma cada una.
“Fue pensado de esa manera para poder hacer reconfirmaciones y evitar falsos positivos. El uso es relativo, es decir, si a una persona le va bien, el test se corta pronto. Y, si le va mal, también”, detalló Pino.
Para practicar la prueba, el encuestador se pone a unos dos metros de la persona que va a ser testeada. En medio de ambos se dispone, sobre algún soporte, la tira olfativa, a la que después se le coloca la esencia. Luego la persona la toma y la huele, y responde el cuestionario de acuerdo a lo que percibe. Según su performance se evalúa si huele bien o mal, o si tiene dudas.
Después de su uso, las tiras olfativas se descartan. En total, el tiempo que demora un test es de aproximadamente dos minutos y no necesita ser realizado por personal de salud especializado.
El “Olfatest”, que ya cuenta con el aval del Comité de Ética Central del Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires, será distribuido en instituciones, centros de salud y en “donde hubiera una concurrencia masiva de personas para poder aislar los casos sospechosos y evitar la propagación del contagios”, confirmó Pino.
“Ahora estamos trabajando en la transferencia tecnológica, pensando en que pueda haber una empresa que lo pueda fabricar y distribuir”, concluyó.