En una imparable ola de crímenes en la ciudad, asesinaron a un menor de una puñalada

El filo del arma blanca le perforó un pulmón. Ocurrió en Melchor Romero, a 200 metros de donde el martes se produjo un grave hecho que dejó un muerto y dos heridos.

Son cinco asesinatos en cinco días, la escalada de violencia atroz e irrefrenable en nuestra ciudad no cesa, y las autoridades policiales se ven desbordadas ante uno de los peores años de los últimos tiempos en material criminal. Tal como adelantó este multimedio, en las últimas horas se registró un nuevo homicidio, otra vez en Melchor Romero –como la noche del martes–, que tuvo como víctima a un menor de edad.

Martín Ricardo Barboza, un adolescente de 17 años domiciliado en 156 entre 528 y 529, se encontraba cerca de las 23 del miércoles en la zona de las calles 155 y 528, a escasos metros de su vivienda. Entonces, por motivos que se desconocen hasta el momento aunque hay varias hipótesis, fue abordado por al menos una persona, que la increpó con un arma blanca.

“Fue por problemas personales entre las partes. El chico fallecido era un reconocido delincuente de la zona y es probable que se haya cruzado con alguien peor que él”, se limitó a decir un vocero de la fuerza. Lo cierto es que Barboza terminó con una profunda puñalada en la región torácica, que lo hizo desplomar y comenzar a desangrarse, a la vez que el atacante se dio a la fuga con el cuchillo empleado.

Hipótesis

Un amigo del damnificado lo descubrió mientras agonizaba en el suelo, y le dio aviso a la familia del herido. Ante la tardanza de la ambulancia (los frentistas del área refirieron que nunca llegó), el padrastro del joven lo trasladó por sus propios medios al hospital Alejandro Korn de Melchor Romero, donde fue atendido por los profesionales de la salud.

Estos detectaron que la puñalada había ingresado a la altura de la tetilla derecha, y debido a la gravedad de la lesión punzocortante que le perforó el pulmón, nada pudo hacerse por él. Su muerte constituyó la número 51 en lo que va del año en la región, lo que significa un incremento de más del 120% entre 2019 y 2020.

Agentes de la comisaría Decimocuarta, comandados por su titular Maximiliano Madueño, se hicieron presentes en la escena del crimen luego de un llamado al 911, pero fueron recibidos de manera hostil por los habitantes del barrio. Ante eso, debieron alejarse y esperar por el apoyo solicitado, mientras que un equipo de la Policía Científica también se hizo presente para las realizar las pericias correspondientes.
Si bien se barajaron varias teorías acerca del asesinato, como una nueva disputa entre parte de los integrantes de los barrios Santa Ana y Don Fabián, cuya rivalidad por el narcomenudeo de drogas se llevó ya al menos cuatro vidas en los últimos meses –la última, el martes–, y hasta la de un posible asalto, la pesquisa de los investigadores está orientada hacia otro lado.

Barboza había sido arrestado el 23 de julio por un robo, pero recuperó la libertad poco después debido a su edad, y al parecer, de acuerdo a varios vecinos de la zona, había vuelto a las andanzas. “Este chico es el que hace poco asaltó una ferretería de Don Fabián y lo soltaron porque era menor”, dijo uno de ellos, y añadió que momentos antes del crimen, tanto él como otros jóvenes “estaban tirando piedras en 155 y 528, y se avisó a los automovilistas que no circularan por ahí”.

Un lugareño destacó: “Un rato antes de que lo maten yo pasé con mi coche, junto a mi mujer y mis hijos, y tuve que frenar y hacer marcha atrás por dos cuadras a toda velocidad porque unos 20 pibes estaban en medio de la calle y nos empezaron a correr”.

Por último, un portavoz señaló que el fallecido “era arquero de un club de fútbol de la zona y tuvo un problema con un compañero”, quien ya está identificado en la causa.

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