Titán y Brownie son parte del equipo del Ministerio Público Tutelar y cumplen la función de ser canes de terapia para acompañar a los menores ante la Cámara Gesell.
El proceso de relatar algún delito del que fueron víctimas no es agradable para nadie, menos para los niños y adolescentes que tienen que revivir episodios traumáticos que pasaron ante abogados, jueces y fiscales. Por eso, en el Ministerio Público Tutelar de CABA incorporaron a su equipo a Titán y Brownie, dos perros de asistencia que están con los chicos al momento de su declaración.
“Tiene que ver con la necesidad de generar un espacio más amigable, ameno y más cálido para que los niños pudieran declarar en Cámara Gesell y contar aquello tan horrible que les pasó. La nombramos como Sala de Entrevistas Especiales, donde los observadores están en otro piso, no se cruzan con la víctima. Es un lugar muy lindo a la vista pero eso no quitaba el estrés que les generaba hablar de lo que les había ocurrido. Así empezamos con Titán, como tenía mucho trabajo, luego se incorporó a Brownie”, dijo a diario Hoy, la doctora Yael Bendel, asesora general tutelar.
Titán es un golden retriever y Brownie un australian labradoodle, ambos están entrenados especialmente para trabajar con menores de edad y son una sorpresa para los chicos cuando llegan a la sala donde mantienen charlas con los psicólogos del Ministerio. Durante el año pasado, Titán participó de unos 130 procesos. Por la demanda debieron incorporar a su compañero. Luego de ese proceso, muchas familias decidieron adoptar un animal para sus hogares.
“Los chicos tienden a acercarse a los perros y jugar, eso permite que ese momento de angustia sea de juego, de distención. Además ahí conocen a los psicólogos que van a entrar con ellos. Ese cambio lo vemos en los relatos también, son más concretos. Era impensado que se vayan contentos del Poder Judicial y hasta piden fotos. En otra instancia, cuando terminan de declarar, vuelven a reencontrarse con los perros y vuelven a distanciarse de esa angustia”, relató Bendel.
La experiencia fue tan eficaz, que desde otras provincias se pusieron en contacto para consultar sobre el proceso de incorporación de estos animales para sus propios procesos. Según señalaron desde el Ministerio, no hay dificultad en cuanto al factor económico, podría efectuarse con encontrar los perros adecuados y así implementarse fácilmente.
“Se nota la presencia de los animales en todos los aspectos, sobre todo en esto de que los chicos que se van menos angustiados de una experiencia que suele ser compleja. Cada vez hay más demanda y hasta tenemos lista de espera, eso significa que a los jueces y fiscales les gustó el formato”, enfatizó la profesional.