Cosecha Azul: un plan para recuperar agua de lluvia en los pueblos
La propuesta permite, a través de un dispositivo, tratar el agua recolectada para su posterior utilización, y su diseño modular permite modificar su capacidad de almacenamiento.
Un grupo de jóvenes bonaerenses ideó un proyecto para mejorar el acceso al agua potable en localidades rurales de menos de 2000 habitantes que actualmente no poseen cobertura de servicio, a través de un sistema de captación modular de aguas de lluvia para establecimientos educativos primarios y secundarios de dichas localidades.
La propuesta, que quedó finalista del concurso nacional de ideas “Ideatón Federal”, organizado por el Consejo Federal de Inversiones (CFI), permite a través de un dispositivo tratar el agua recolectada para su posterior utilización, y su diseño modular permite modificar su capacidad de almacenamiento según las necesidades, lo cual le otorga una gran adaptabilidad al momento de instalarse.
Según se indicó, la propuesta denominada “Cosecha Azul” surgió ante la problemática del acceso al agua potable en entornos rurales de la Provincia de Buenos Aires, donde la principal fuente de captación de agua es subterránea, obtenida por pozos particulares que pueden presentar problemas de calidad debido a la presencia de sustancias como arsénico, flúor o nitratos, que varían según la región.
El proyecto busca cambiar el foco del abastecimiento de agua subterránea hacia fuentes de agua de lluvia, ya que constituye una alternativa con ventajas adecuadas para este territorio, como un régimen pluviométrico que asegura precipitaciones durante todo el año y la calidad del agua.
El punto neurálgico de este sistema es el dispositivo de tratamiento del agua recolectada que permite su tratamiento de forma instantánea previo a su almacenamiento. Este cuenta con un separador de primeras aguas, el cual recibe los primeros 50 litros de la lluvia. Esto es importante puesto que a partir del arrastre del primer caudal recolectado, permitirá separar las hojas y otros eventuales pequeños residuos que pueden encontrarse presentes en techo y canaletas. Una vez completa la capacidad del separador de primeras aguas, comienza el tratamiento del agua recolectada.
Para ello, el dispositivo posee dos filtros, uno de grandes granulados y otro de pequeñas partículas que permiten el filtrado de impurezas y partículas de pequeña granulometría. También se incluye carbón activado para eliminar olores y sabores indeseables.