La decisión fue tomada por la Secretaría de seguridad de la vecina ciudad.
Con la premisa de darle cumplimiento a las normas de convivencia y respetar la salud, evitando ruidos molestos en la circulación de los autos y motos en la región, en Berisso se compactaron cincuenta caños de escapes que habían sido secuestrados de motos incautadas en operativos de tránsito y que venían generando molestias en la población.
La decisión fue tomada por la Secretaría de seguridad de la vecina ciudad, quien se encargó también de difundir y alentar este tipo de operativos que tienden a erradicar una vieja costumbre que tienen algunos motoqueros de usar escapes no permitidos por la emisión de ruidos que afectan la armonía en la vía pública.
Hace más de 30 años, los caños de escape sonoros se vendían en las casas de venta de accesorios y repuestos con el nombre de “bultacos”.
Luego, fueron avanzando y se llegaron a fabricar y poner a la venta escapes de competición, que suelen usarse en las competencias de motocross, y que muchas personas se los adaptaban a cualquier moto que circulaba por las calles de La Plata, Berisso y Ensenada.
Pero lo último que había ganado protagonismo fueron unos caños de escapes que emitían detonaciones tales como los ruidos de disparos y que suelen generar pánico o hasta confundir a los mismos policías.
Por todo esto, en Berisso decidieron sacarles los escapes a las motos que fueron secuestradas en esta zona de la región y compactarlos para que puedan ser utilizados nuevamente en el futuro.
Si bien el operativo estuvo apuntado principalmente a las motos, también fueron secuestrados autos con caños de escape de competición, cuya circulación no está permitida en zonas urbanas, ya que provocan alteración del orden público y generan molestias y fastidios con otras personas.