Te mostramos cinco lugares en nuestro país donde llevar al máximo la adrenalina y el turismo aventura.
Argentina ofrece paisajes maravillosos, no solo para el turismo sino también para la práctica de deportes extremos. En la nieve, en el mar, en la altura, en las sierras o las montañas, hay variedad para todos los gustos.
Trekking en el glaciar Perito Moreno, Santa Cruz
Una oportunidad única para apreciar las distintas formaciones del glaciar y las variadas tonalidades del hielo. En la senda costera del margen sur del glaciar hay guías experimentados que colocan grampones metálicos en el calzado, muy necesarios para poder realizar la caminata sobre el hielo. Allí se comienza a ascender lentamente al glaciar para realizar un recorrido de aproximadamente 2 horas, con paradas ocasionales para tomar fotografías.
Rafting en San Rafael, Mendoza
El rafting consiste en bajar en botes inflables, ríos con cierta dificultad, la cual se describe en una escala que va del 1 al 6 según sea más fácil o más difícil. El río Atuel ofrece una dificultad 2, que es accesible para toda la familia. Los gomones cuentan con una capacidad de diez pasajeros a los cuales se les provee de casco, salvavidas, campera y pantalón impermeable.
El Canopy en Potrerillos, Mendoza
A través de cables de acero uno se desliza de un lugar a otro. Suele desarrollarse en grupos de 6 personas con equipamiento de seguridad que incluye arnés, casco, mosquetones, guantes y poleas. En Potrerillos uno puede desplazarse entre montañas y atravesar el río Mendoza en tramos de hasta 1.400 metros de largo.
Parapente en Loma Bola, Tucumán
A solo 15 minutos de la ciudad de San Miguel de Tucumán se encuentra Loma Bola, considerado el mejor lugar en Sudamérica para el salto en parapente. Su amplia ladera, similar a la de una loma escuela, es apta para la realización de Top Landing. El parapente es ultraliviano, el más ligero que existe. En el vuelo biplaza sentiremos la emoción de volar sin requerir de experiencia previa.
Paracaidismo en Tandil, Buenos Aires
A 330 kilómetros de Capital Federal se encuentra el lugar ideal para realizar saltos de bautismo o saltos Tándem, realizados con un paracaídas biplaza, se hacen acompañados con un instructor experimentado. Luego de 20 minutos de vuelo en el avión recorriendo los paisajes serranos de esta localidad se llega hasta los 3.000 metros de altura; enganchado al instructor se realiza el salto, descendiendo a una velocidad de 200 kilómetros por hora durante unos 40 segundos. El paracaídas se abre a la altura de 1.500 metros, para descender planeando durante unos 5 minutos hasta el lugar prefijado para el aterrizaje.